La tecla del duende
Lo de Las Tunas fue tremendo: desde un concierto estremecedor de Pedrito Herrera y sus invitados, que abrió la jornada teclera el miércoles 8 de noviembre en la Casa de la Música Emiliano Salvador, hasta la visita a la heroica ciudad de Santiago de Cuba el martes 14, compendio de aventuras por los primeros diez años de tertulia ocurrente en el Balcón del Oriente cubano.
Esta vez el «centro de operaciones» radicó en el campismo Los Pinos, del municipio de Manatí, instalación donde la calidez y calidad del servicio contrapesan a las mil maravillas lo distante y poco accesible del complejo. Gastronómicos, cocineros, chofer, administrativos, sonidistas, todos los empleados de Los Pinos hacen que valga la pena el viaje hasta ese intrincado y hermoso paraje. Y si a eso le sumamos la «pólvora» de los tertuliantes, pues ya la dicha está completa.
Especial confabulación de este aniversario fue la de Nieve Molina, Fernando Martínez y Nancy Quintana, junto a los poetas y editores, miembros del grupo Ala Décima, Samuel Perdomo y Argel Fernández, para elaborar en secreto, por sus propios medios, la edición reducida de un libro que compila algunas de las columnas que hemos hilvanado en este espacio desde 2007. Regalo de duendes lo nombraron, en guiño cómplice al Regalo de Jueves que nos entregara Guillermo Cabrera Álvarez, señaló con acierto el poeta y periodista Pedro Péglez, prologuista del volumen.
Dieron vida a una semana de ensueño tecleros de Santiago de Cuba (caramelos de Cecilia incluidos), Sancti Spíritus (la más numerosa delegación), Cienfuegos (realzado por el multifacético Arley Jorge), La Habana (con un clon del célebre personaje Margot, de Osvaldo Doimediós), Matanzas (a la que sumaron tres jóvenes periodistas), Camagüey, Villa Clara y Bayamo, además de los propios tuneros.
En la Casa de Abuelos de Manatí la cita de obsequios —espirituales y materiales— a quienes tanto han dado y ya van de vuelta, fue un momento particularmente emotivo.
Y uno, tras cada encuentro de esta familia mayor de JR, se va, como en aquel poema de Hamlet Lima, «de novio con la vida/ desterrando una muerte solitaria/ pues sabe que a la vuelta de la esquina/ hay gente así, tan necesaria».
Jóvenes de varias generaciones confluyeron en esta cita del entusiasmo.
No faltó el humor en el décimo cumpleaños, protagonizado por Fernando, Arley Jorge y Esperanza.