Frente al espejo
Leer cuánto se requiere para iniciar un curso escolar con acceso universal y gratuito, y llevarlo hasta el final, como lo hace Cuba, merece que todos nos quitemos el sombrero y reconozcamos la Revolución que lo hizo posible (Flexibilización, la letra del año, 31 de agosto, Margarita Barrios). Faltan maestros y profesores, una cifra que preocupa a muchos, especialmente a los padres, a ellos debemos convocarlos a resolver este problema, son los que más cerca están de quienes deben ingresar en las escuelas pedagógicas. Como viejo educador que fui, me atrevo a sugerir a los profesores de Secundaria Básica por asignaturas el apadrinamiento de tres alumnos, prepararlos y estimularlos creativamente durante los tres años de esta enseñanza, monitores, sin formalismos, respetando el interés del alumno y llevándolo a amar la asignatura que escogió, presentarlo ante los padres y en eventos. Como dice la Dra. Graziella Pogolotti «cada alumno tiene su maestro». Cada alumno es potencialmente un educador si lo sabemos llevar por el camino que Martí nos señaló: «Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás». (Nébuc)