Acuse de recibo
Desde la localidad holguinera Urbano Noris, Celia Rodríguez Tamayo denunció aquí el pasado 25 de febrero que dos excavadoras Komatsu permanecían abandonadas ¡hacía más de tres años! en la comunidad La Vietnam, a 37 kilómetros de la cabecera municipal.
«Tras años de olvido, decía, los vecinos no saben con certeza si pertenecen a alguna dependencia de la industria azucarera o a Riego y Drenaje. Las llevaron con el objetivo de limpiar los canales que rodean dicha comunidad, por la importancia vital de estos; ya que gracias a ese riego lograban buen rendimiento en la caña, y garantizaban los productos de cultivos varios para la alimentación del barrio, y aportar a otras zonas».
Afirmaba Celia que allí quedaron las dos abandonadas, mientras los canales ya no existían, llenos de malezas. Y todo menos agua, teniendo el río distante solo a unos dos o tres kilómetros, y con sequía extrema por meses.
«¿Nadie extraña la desaparición de dos retroexcavadoras de su control de medios y recursos? ¿Estas máquinas van a dormir el sueño eterno, abandonadas a su suerte, mientras el deterioro que sufren los canales afecta la vida de la comunidad y al país? Cuando nuestro Presidente llama a pensar y actuar con los requerimientos necesarios para estos tiempos, al parecer no está siendo escuchado por los responsables de situaciones tan tristes y penosas como esta», concluía Celia.
Responde José Ernesto Aguilera Aguilera, director general de la Empresa Exportadora de la Agroindustria Azucarera (Azutecnia), a quien se subordina la UEB responsable de los medios abandonados. Y señala que a raíz de lo publicado se comprobó la existencia en la comunidad La Vietnam de dos excavadoras hidráulicas dedicadas a la limpieza de canales para el riego de caña, que sufrieron roturas importantes durante su labor que motivaron su paralización.
Y se decidió por dicha UEB, añade, acometer la reparación en el propio lugar, ante la falta de medios para ejecutar su traslado, y la creencia errónea de que dicha reparación sería solucionada en breve lapso de tiempo. Por eso, se dejaron ambos equipos bajo custodia del trabajador Alfredo Almaguer Hernández.
Una de las excavadoras estaba inactiva desde julio de 2019, por motor fundido y rotura de la bomba hidráulica de marcha. Y la otra, desde junio de 2018, por rotura de la bomba hidráulica de traslación.
Se analizó, precisa, que la decisión de reparar esos equipos en La Vietnam fue incorrecta. Y ambas excavadoras fueron trasladadas al taller de la unidad empresarial de base para su recuperación y alistamiento.
En tal sentido, indica que en enero de 2020 se adquirió la bomba hidráulica de traslación y se terminó la recuperación de la excavadora PW 150, incorporándola a sus labores cotidianas en la limpieza de canales de la UBPC El Júcaro. Y la otra, añade, se encuentra al 68 por ciento de su recuperación en el taller de la UEB, quedándole pendiente el sistema eléctrico, el sistema hidráulico y la pintura del equipo. Según cronograma de reconstrucción se termina a finales del actual mes de marzo.
Informa que se aplicaron las siguientes medidas disciplinarias:
Al jefe de la brigada mecanizada de la UEB, la separación definitiva de la entidad; y al jefe de cuadrilla de la brigada mecanizada, el traslado temporal (por sies meses) a otra plaza de menor remuneración, con derecho a reintegrarse a la anterior. Al jefe de taller de la UEB, multa del 15 por ciento del salario de un mes; y al especialista de Mecanización de la UEB, multa del 25 por ciento del salario de un mes.
Se acordó asimismo una amonestación ante el Consejo de Dirección respectivo, al director de la UEB, al jefe del Grupo Técnico Productivo de la misma, y al jefe del Grupo de Mecanización y Transporte de la Empresa.
Agradezco la respuesta, pero mucho más a Celia Rodríguez, quien, como ciudadana, tuvo la sensibilidad y preocupación que les faltó a tantos jefes mencionados. Mientras subsistan historias tales de indolencia, diré siempre: ¿Qué hubiera sucedido si Celia no escribiera a este diario, o no se hubiera publicado su queja?
Solo resta decir que a todas luces las sanciones fueron bastante benignas, sobre todo mientras asciende la jerarquía de cada jefe. Lo que unos confiaron y dejaron a su suerte, otros no controlaron con el tiempo. Y ni siquiera actuaron, como se hizo tras la revelación del problema aquí.