Acuse de recibo
El pasado 18 de junio, y desde La Habana, el lector Oscar Luis Góngora Fonseca contaba que en mayo del presente año compró por 37 CUC un par de sandalias marca Fila, en la tienda Sucursal Plaza Carlos III, de la capital. Y transcurrido poco más de un mes, estaban rajadas.
«He sido afectado, me siento engañado por la tienda. ¿Sabrán sus trabajadores de los productos que venden? Si esas sandalias no cumplen con la calidad, pues retírenlas del mercado», concluía bastante indignado Oscar Luis.
Al respecto, responde Marienis Villamar Rodríguez, gerente general de la sucursal Plaza Carlos III, que la tienda Sport —inserta en ese gran complejo comercial— es donde se comercializan esas sandalias marca Fila. Y en entrevista con el jefe de piso de la unidad se confirmó que el 15 de mayo de 2018 se recibieron 240 pares. Y hasta el 29 de julio (fecha de su respuesta) se habían vendido un total de 134.
«Hasta el día de hoy no se ha recibido devolución alguna por parte de ningún cliente, por lo que las mismas se encuentran a la venta», afirma Marienis. Y agrega que Oscar Luis «nunca se presentó en la tienda para reclamar que le fuera devuelto el efectivo, o cambiarle el calzado, como se hace en situaciones como las que él plantea».
Asevera que así Oscar Luis no les dio la oportunidad de ver el calzado y valorar por el equipo de dirección de la unidad y del complejo, con vistas a tomar una acción al respecto.
Refiere que el cliente fue visitado en dos ocasiones en su domicilio, y se encontraba fuera de provincia. Al fin, el 11 de julio, Oscar Luis visitó la sucursal Plaza Carlos III. El jefe de piso de la unidad le explicó que cuando un cliente tiene una situación como esa se le cambia el calzado o se le devuelve el efectivo. También señaló que hasta entonces con la marca Fila no había objeciones en tal sentido.
Se revisaron las sandalias, añade, y, efectivamente, tenían partidas las suelas. El cliente optó por que le entregaran un par nuevo, y no el efectivo; pues le gustaron y resultaron cómodas. Y quedó satisfecho con la atención brindada.
En el intercambio, precisa, Oscar Luis señaló que se debe explicar a los clientes ese proceder, para evitar que este se vea precisado a utilizar otros mecanismos como quejas y reclamaciones en medios de prensa.
Destaca Marienis que el Manual de Normas y Procedimientos del Comercio Minorista dispone que cuando un cliente acude a la unidad con un producto con deficiencias de calidad, el administrador o comercial valora que el comprobante corresponda a una de las cajas registradoras del establecimiento y a un producto nuevo coincidente con el vendido, que pertenezca al lote puesto a la venta.
Valora también, agrega el Manual, que se trate de un cambio por diferencia de tallas o color de un producto en perfecto estado; o una deficiencia imputable a la calidad del producto y no al manejo o uso inadecuado del mismo. Y al final, si el cliente no quiere llevar un producto similar, y la venta se realizó días antes, se procede a devolverle el efectivo, incorporando la mercancía al inventario.
Por todo ello, manifiesta, se considera con razón la queja de Oscar Luis. «Y se tomará como sugerencia a implementar en tiendas del Grupo Empresarial Cimex, sea debidamente informado a los clientes el proceder adecuado de existir deficiencias en la mercancía comprada».
Concluye la Gerente general del complejo Plaza Carlos III que «Cimex está en la disposición de atender cualquier inquietud o insatisfacción de sus clientes, y agradece su participación en el mejoramiento constante y adecuado funcionamiento».
Agradezco la respuesta, por más esclarecedora. Como mismo esta columna siempre acogerá denuncias sobre desprotección al consumidor, también la historia de Oscar Luis y sus sandalias Fila nos está evidenciando que el cliente cubano tiene que ser más activo en conocer sus derechos y ejercerlos ante la entidad comercial o de servicios.