Acuse de recibo
Hasta dos metros de altura ha alcanzado el agua en inundaciones durante fuertes lluvias, en el barrio de Jesús R. Almirall García (Calle Frank País No. 185, e/ 9 de Abril y 26 de Noviembre, Pinar del Río). El problema data… ¡de 30 años!, y ha sido reiteradamente planteado en asambleas del Poder Popular —evoca el remitente—, pero la solución no se divisa en el horizonte.
«Se ha solicitado que se personen en el lugar directivos de Acueducto y Alcantarillado y de Comunales, los que han hecho caso omiso a nuestros requerimientos», apunta Jesús. Y añade que algunos trabajadores de Comunales, encargados de la limpieza de las calles, a veces barren para los drenajes la basura que se acumula en los contenes en vez de recogerla, agudizando la ya existente tupición.
«En el pasado fin de semana —relata— se desarrolló el Ejercicio Meteoro 2016. Vimos en nuestros medios de difusión cómo en todas las provincias del país se desarrollaron tareas de higienización, de destupición de drenajes, etc. Pero, como en 2015, en nuestra zona tampoco se hizo nada», refiere el vueltabajero.
Cada inundación significa riesgos para las personas, pertenencias perdidas, traumas familiares. ¿A qué esperar con un problema como este? ¿Qué alternativas se han buscado y discutido con los afectados durante tanto tiempo?
Tratando de buscar solución viable a lo que ya constituye una enfermedad crónica de nuestras calles y barrios: la acumulación de desechos, nos escribía la capitalina Patria San Román Carrasco (calle 11 No. 212, apto. 8, entre J y K, Vedado, Plaza de la Revolución).
En su carta, publicada aquí el 9 de abril último, la habanera se dolía de que cada anochecer los camiones encargados recogieran escombros y otros objetos arrojados por personas inescrupulosas en las esquinas de calle 11 y J, y calle 11 y K, y ya al amanecer, de nuevo, abundara la basura.
Y proponía rescatar del baúl de los recuerdos los célebres «planes tareco» de los años 80, en virtud de los cuales se planificaban recogidas masivas por zonas los fines de semana «y a nadie se le ocurría arrojar muebles, sacos ni otras cosas 24 horas antes de la fecha establecida».
A propósito responde Antonio Blanco, director de la Empresa de Recogida de Desechos Sólidos Aurora, en Plaza de la Revolución.
Explica Antonio que, en visita efectuada a la remitente, se le ofrecieron las razones de porqué no es factible organizar acciones como las de aquellos planes, que tal vez fueron efectivos en circunstancias pasadas. En estos momentos «no es posible organizarlos de manera masiva, ya que eso implicaría la movilización de un equipamiento adicional de otros organismos, pues con los del territorio no es posible».
«Hoy la higienización intradomiciliaria se dirige en coordinación con el Puesto de Dirección de Salud y sí se realiza en aquellos lugares que la situación epidemiológica lo requiera», apunta el ejecutivo de Aurora.
Y señala que su institución brinda un servicio de recogida con caja, aunque limitado, para la evacuación de desechos de construcción y otros, «mediante la solicitud por contrato, que pueden solicitarlo en el Departamento Económico de la empresa, sito en calle 15. No. 555, entre A y B, Vedado, en horario laboral».
Agradezco la esclarecedora respuesta de Antonio Blanco. Solo apunto, como hice al final de la misiva de la lectora, que alguna alternativa sostenible tendremos que hallar para que cuando cerremos y abramos los ojos La Habana no se nos haya convertido en el basurero que los indolentes pueden convertirla.