Acuse de recibo
Una triste historia, que clasificaría en un catálogo de indolencias burocráticas, denunciaba aquí el pasado 28 de agosto el lector Felipe Arencibia López, vecino de 9na. A, edificio 6, apartamento 15, entre 282 y 284, en el reparto Juan Manuel Márquez, de la localidad capitalina de Santa Fe.
Contaba que en febrero de 2015 inició trámites para inscribir su casa en el Registro de la Propiedad. Solicitó primero el dictamen técnico de la misma en el Arquitecto de la Comunidad, y a los 15 días ya tenía el documento.
Ese dictamen y la propiedad de la casa los entregó en la Dirección Municipal de Planificación Física de Playa, a un funcionario llamado Gabriel. Y tras ir una y otra vez a esa oficina, la esposa de Felipe logró contactar con Gabriel. Recibió una nota de su puño y letra, indicándole que podía pasar por Planificación Física con un sello de 5 CUP a recoger el documento certificado para la inscripción. Pero, tras varios intentos infructuosos, y hablar con el subdirector Isasi y la jefa del Archivo, Laura, resultó que el documento no aparecía.
A mediados de mayo, Felipe se entrevistó con Niurka, la funcionaria de guardia, y en presencia de Laura, planteó su inquietud por los papeles extraviados. Le dijeron que la pérdida era responsabilidad de Gabriel, quien había causado baja de la entidad, y debía reaparecer ante la Jefa de Trámites para dilucidar el caso.
Volvió una vez más Felipe, y se entrevistó con la Jefa de Trámites, quien le planteó que debía recomenzar el proceso, llevando de nuevo las copias de los documentos exigidos, para que el nuevo funcionario se las hiciera llegar a ella al siguiente día.
Así lo hizo. Y desde entonces, Felipe frecuentó la entidad una y otra vez. Cuando me escribió, el documento no había sido firmado… Él manifestaba en su carta: «Planificación Física de Playa no está brindando un buen servicio a la población. El Instituto de Planificación Física (IPF) debe tomar medidas para agilizar los trámites, y que aparezcan mis documentos».
Al respecto, responde Dagoberto Felizola González, jefe del Departamento de Trámites y Atención a la Población de la Dirección Provincial de Planificación Física (DPPF) de La Habana, que luego de la publicación del caso, fue visitada la Dirección de Planificación Física de Playa por una comisión del IPF y posteriormente por la DPPF.
Tras analizar el caso, señala, «se valoró con la Dirección Municipal la falta de profesionalidad en el proceso de atención al trámite de Felipe, siendo inadmisible la pérdida de sus documentos, la demora en la segunda presentación de los mismos para obtener el trámite, y la notificación cuando ya estaba concluido, firmado y listo para recoger el mismo».
Refiere que el Sistema de Planificación Física ha reconocido públicamente las deficiencias que tienen las direcciones municipales: ausencia de personal calificado, incumplimiento de los términos de los trámites, que generan molestias en la población, y condiciones inadecuadas de locales y recursos para trabajar. También problemas de organización interna, incumplimiento del horario laboral y otros inconvenientes que obstaculizan los procesos.
Explica que hoy se trabaja de conjunto por los máximos responsables para solucionar esas deficiencias, «ya que estamos conscientes de que, a partir de la puesta en vigor del Decreto-Ley 322, del 5 de enero del año en curso, es prioridad del sistema facilitar la atención y los trámites de la población, aunque hoy los resultados no sean los que necesita nuestra población».
Apunta que la Dirección Municipal de Planificación Física de Playa hoy está sujeta a un proceso de restructuración de cuadros y funcionarios, en el cual «se tomarán las medidas pertinentes por el Gobierno local, y el seguimiento y monitoreo a la asesoría metodológica, que es la que nos corresponde como función estatal».
Concluye Felizola ofreciendo, en nombre del Consejo de Dirección de la DPPF, disculpas a Felipe por las molestias causadas, y asegurando que trabajan para que tales deficiencias no se repitan, y hechos como este no mancillen la labor que realizan muchos trabajadores de ese sistema.
Agradezco la respuesta, pero de tanto explicar, se obvió lo más importante: ¿Felipe resolvió el problema? Lo otro es que en Planificación Física urge un sistema de control sistemático del rigor y la calidad del trabajo en materia de trámites. Con su extravío, Gabriel —¿por dónde andará?— no es el único responsable.