Acuse de recibo
Hasta la casa de Mabel Romero Feria, en calle 17, No. 4, Guaro, Mayarí, Holguín, llegó el pasado 21 de enero una trabajadora de Acueducto (no especifica si del nivel provincial o municipal) para cobrarle el servicio de agua de los meses desde julio hasta diciembre de 2013.
Mabel, que no había pagado ese servicio en el lapso señalado porque nunca nadie había ido a cobrárselo, se asombró entonces de que, sin habérsele entregado en tiempo los respectivos comprobantes mensuales de consumo, ahora pretendieran cobrarle de un golpe seis meses.
«No poseo nada en mi poder que me obligara a efectuarlo (el pago), no siendo así en el caso de la electricidad que mes tras mes está el compañero con su comprobante. (...) ¿Cómo es posible que una empresa pueda cerrar un año y comenzar otro, y arrastrar esta deuda? ¿Tengo como ciudadana que asumir esta irresponsabilidad de algún directivo y pagar un importe alto por no poseer cobrador?», inquiere la holguinera.
Y agrega: «Inmediatamente me comuniqué con el Director de Acueducto de Mayarí y su explicación fue que debía pagarlo, pues ellos arrastran cuentas por cobrar de un año para otro».
Sería oportuno que las autoridades correspondientes esclarecieran no solo el caso de Mabel, sino también el de otras personas que puedan encontrarse en situación similar. ¿Qué políticas y métodos sigue la institución que permiten estos desfasajes en el cobro del referido servicio?
También desde Holguín, específicamente desde Peralejo, No. 186, entre Pepe Torres y C. Central, en la cabecera provincial, nos escribe María Hernández Fernández, preocupada por los cambios de servicio que se han operado en las reservaciones para los viajes interprovinciales de la Empresa de Ómnibus Nacionales en aquel territorio.
Hasta el 31 de diciembre —apunta la remitente— los clientes podían reservar durante las 24 horas, es decir, de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., y los sábados de 8:00 a.m. a 11:00 a.m., en el local correspondiente; y después de ese horario, se pasaban los planos a la taquilla de información y allí continuaba brindándose el servicio. Esto era muy apreciado por la población, porque así, por ejemplo, los trabajadores y estudiantes no se veían afectados en horario laboral o docente para conseguir un pasaje.
En un momento en el que el país está tratando de facilitar los trámites y gestiones de la población, ¿a qué responde una medida que reduce los horarios de venta?, cuestiona la lectora.
Igualmente, le gustaría que alguna autoridad competente explicara por qué los asientos que se venden para el retorno en cada viaje son solamente cuatro. «Esto lo planteamos en la reunión de la circunscripción y nos respondieron que es una disposición que tiene la Empresa a nivel nacional y no se puede cambiar. Nos preguntamos por qué no se puede valorar y dejar de ser tan esquemáticos», opina la holguinera.
La gratitud siempre tendrá espacio en esta columna. Por ello la misiva de Merquiades Rafael Rodríguez Sánchez se abre paso en las últimas líneas de hoy. Merquiades quiere agradecer al Sistema Nacional de Salud y, específicamente al Hospital Hermanos Ameijeiras, por las atenciones que allí recibió al ser sometido recientemente a una operación de vejiga.
«No se escatimó recursos, atenciones para conmigo y mi familia», cuenta orgulloso. Y para personalizar más aún su agradecimiento, señala «al equipo médico de Urología... y especialmente al doctor Matos, a enfermeras, personal auxiliar y, en resumen, a todo el colectivo de trabajadores que se relacionaron conmigo. Tanto yo como mi familia estamos muy agradecidos», apunta el mayabequense.
Allá en su casa de calle 54, No. 3911, entre 39 y 41, en San José de las Lajas, nunca olvidará el afecto y profesionalismo que le regalaron.