Acuse de recibo
El 27 de julio del presente año, Manuel Cuervo Hernández, técnico medio en el laboratorio de un hospital de la capital, censuraba el hecho de que, en su especialidad, no se paguen años de antigüedad, cuando en Salud Pública son beneficiados con ese pago el personal de Enfermería e incluso las auxiliares de limpieza general.
En tal sentido, para Manuel era una paradoja que el laboratorista, quien ejerce una labor tan importante para el diagnóstico de los pacientes, no esté comprendido en ese beneficio. Y solicitaba una respuesta al respecto del Ministerio de Salud Pública.
Responde el doctor Marcos del Risco del Río, director nacional de Recursos Humanos del Ministerio de Salud Pública (Minsap), que se reunieron con Manuel en su centro laboral, el Hospital Ginecobstétrico América Arias. Y conocieron que el mismo lleva 40 años en el sector de la salud.
Le informaron que la Resolución 13 de 2009 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) es la que establece el pago de los años de servicios prestados para los trabajadores en la categoría de operarios, personal de servicios y de Enfermería que laboren en centros asistenciales; no así para el resto de los técnicos y profesionales formados en el sector. «Este pago —precisa— no incluye al resto de los trabajadores, médicos, licenciados, técnicos y otros que se desempeñan en las áreas asistenciales».
No obstante, afirma el doctor Del Risco, todos esos elementos se tendrán en cuenta por el Minsap y el MTSS en el diagnóstico de la actividad salarial en el sector, acorde con el Lineamiento 156 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en su VI Congreso: «Asegurar que las medidas salariales garanticen que cada cual reciba según su trabajo, y que este genere productos y servicios con calidad».
Gilberto Reinoso Mejías (Edificio 691, apto. 29, Zona 20, Alamar, La Habana) cuenta que el pasado 15 de octubre su esposa mordió una piedra oculta dentro del pan fabricado por la panadería El Chorrillo, de la cual son clientes fijos.
Y como consecuencia se le fracturó una muela a nivel de la encía, la cual tuvo que extraerse de urgencia en el policlínico Neninger de ese reparto, con las consiguientes molestias adicionales, por tratarse de una extracción no convencional.
Gilberto se pregunta qué debía suceder con los responsables de semejante descuido. Pues, amigo, aparte de la sanción administrativa, el responsable de tamaña afectación debía indemnizar a la víctima. Así de sencillo.
El día en que en nuestra sociedad la persona se vea obligada a pagar por los daños ocasionados al prójimo —algo tan común en el mundo de hoy— la gente se cuidará mucho más de infligir afectaciones a otros con su proceder o su descuido.
Iván García Gutiérrez (Módulo 3 Los Flamboyanes, apto. 42, reparto Pastorita, Cienfuegos) alerta de la total falta de comunicación en que viven los residentes en cayo Carenas, en medio de la inmensa bahía de Cienfuegos, desde que en mayo del presente año se averiara la única pública telefónica existente allí.
Explica Iván que «de las veces que se le ha informado a Etecsa se ha perdido la cuenta». Pero también la queja ha sido recogida por la oficina de Atención a la Población del Gobierno municipal. Aun así, los vecinos del cayo no ven llegar la solución.
Explica él que en ese cayo viven personas de diferentes edades, algunas ya ancianas y enfermas, y la única vía de comunicación de esa comunidad con la ciudad es por medio del transporte marítimo, el cual presenta un servicio inestable por la situación técnica de los barcos.
«Sabemos y entendemos la situación económica del país, señala, pero hay casos y casos. Y este, por el lugar señalado, debería ser priorizado. Los compañeros de Etecsa nos plantean que la solución debe ser aprobada a nivel nacional. Pero todo indica que no está en los planes para este año. ¿Qué hacen los que viven en cayo Carenas después de las seis de la tarde, cuando pasa el último barco, si se presenta una urgencia?».