Acuse de recibo
La feliz circunstancia de la maternidad no debía ser empañada con ningún agobio. Para ello se ponen cuántos empeños en el país. Ah, pero la garra chapucera del burocratismo a veces asoma, y ya usted sabe, como yo, cuánto es capaz de desbaratar.
Ayrén Peña Ávila es música profesional y labora como flautista del grupo Covarrubias Son desde julio de 2010 en el Hotel Coral del Polo Turístico de Santa Lucía, en la provincia de Camagüey. Este conjunto pertenece al Centro Provincial de la Música de Las Tunas.
Según narra su papá, Carlos Ramón Peña Peña (Calle 1ra, No. 39 altos, entre 4ta y Esquina A. Reparto La Norma, Camagüey), el 6 de julio de 2012 Ayrén dio a luz un niño y entregó su licencia postnatal al referido Centro de la Música. Pero desde entonces hasta la fecha en que Carlos Ramón nos escribe (8 de abril), nada se había pagado a la joven de su licencia de maternidad.
Relata el preocupado padre que han contactado con la directora de la institución, Iliana Mustelier, con el Jefe de Recursos Humanos, con los especialistas de ese departamento, pero todo ha sido infructuoso.
«El motivo que alegan es que mi hija recibe su salario en divisa, y lo que ingresa al Centro de la Música es divisa y no moneda nacional, por lo que su tarjeta SNC-225 está en blanco y no hay por dónde hacerle el cálculo para pagarle su licencia», comenta el remitente.
«En la última conversación con el Jefe de Recursos Humanos, este planteó que había llamado al Centro Nacional de la Música y el Jefe de Recursos Humanos a ese nivel le había indicado cómo proceder, pero como no se lo había mandado por correo no iba a pagar, pues él no estaba convencido; que yo demandara al Centro Provincial de Las Tunas para que entonces a él le aclararan cómo hacer el pago», añade.
El papá de Ayrén se ha comunicado además con el Departamento de Economía del Ministerio de Cultura, y de allí le orientaron que transmitiera su queja a la compañera que atiende esa esfera en la Dirección Provincial de Cultura en tierra tunera. Así lo hizo. Esta última funcionaria le ha asegurado que se resolverá la situación, pero hasta ahora…
«Mi hija tiene además una niña de cuatro años, su situación económica no es la mejor y por problemas de burocratismo no se le paga lo que por derecho de maternidad legislada en nuestro país le pertenece. Ya mi nieto cumplió nueve meses»… se duele el camagüeyano. ¿Habrá que hacer una sinfonía trepidante para que actúen en el Centro de la Música?
Miopía progresiva. Ese es el padecimiento que trae a la granmense Dunia Rojas Tamayo (Céspedes No. 369, Rpto. San Juan, Bayamo; teléfono (023) 42-2260) a las líneas de Acuse. No es ella quien la padece, pero siente en carne propia la angustia de su hermano.
El joven, de 17 años, hace mucho tiempo porta espejuelos. El pasado 10 de abril, en una clase de Educación Física se le rompió el cristal derecho. En la mañana del día 11 Dunia y él se dirigieron al policlínico 13 de Marzo, de su territorio, para realizarle una medición y mandar a hacerle de nuevo los aparatos. La técnica los remitió al policlínico Jimmy Hirtzel con un oftalmólogo, para evaluar la posibilidad de colocar lentes de contacto. El turno para esta valoración se lo dieron para el 15 de mayo de 2013.
«Fuimos a las ópticas, pero nos dicen que el taller que las abastece (...) está roto y que esa graduación tan alta hace tiempo no la hay. El día 12 me dediqué a llamar a las ópticas de otros municipios, pero no obtuve resultado», evoca Dunia.
«El lunes 15 de abril mi hermano fue al policlínico Jimmy Hirtzel, con la esperanza de que pudiesen atenderlo antes del 15 de mayo. Explicó que está sufriendo de fuertes mareos, náuseas y dolor de cabeza, y que después de varias gestiones no encontramos cristales, pero le refieren que su turno es para el día señalado y no pueden consultarlo antes», relata.
Los vidrios de marras tienen la siguiente graduación: [OD: -8.25 + 1.75 x 10 // OI: -7.50 + 1.50 x 150 (1.0)], y a Dunia le ayudaría saber si en otras provincias tienen existencias de este producto.