Acuse de recibo
El vertimiento de aguas albañales provenientes del Hospital General Calixto García hacia la calle 25, entre H e I, en el Vedado capitalino, fue denunciado aquí el pasado 14 de septiembre por la vecina de esa cuadra, Silvia Gutiérrez González.
Entonces, Silvia manifestaba que hacía mucho tiempo se registraba ese escurrimiento desde áreas interiores del centro asistencial. Luego de alertar al área de Epidemiología del policlínico La Rampa, la remitente se dirigió a la dirección del hospital, y le manifestaron que estaban esperando por Aguas de La Habana para resolver tal situación.
Ahora responde la ingeniera Ana Remis Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, quien refiere que en recorrido conjunto con directivos de ese hospital por sus áreas interiores para detectar las causas de los vertimientos, se acordaron una serie de trabajos de desobstrucción de las redes principales de alcantarillado de esa institución, la reparación de la tubería del área de la sala de Terapia, y la de algunos de los registros, pero siempre con el concepto de apoyo, dado que todos los problemas son internos del centro, y Aguas..., cuya responsabilidad son las redes exteriores de la ciudad, colaboraría para facilitar las soluciones.
No obstante, Aguas hizo sus trabajos, y quedaban pendientes otros que son responsabilidad del hospital, sin los cuales no se garantiza que no ocurran nuevas obstrucciones.
La funcionaria manifiesta que, «por eso, no es justo que se vierta sobre Aguas de La Habana la responsabilidad de esas afectaciones y la negligencia de su no solución, cuando en realidad corresponden a otra entidad, a la cual nuestra empresa se brindó de forma espontánea para prestar ayuda».
La segunda carta la envía Alina Cordobés, residente en Edificio E-33, apartamento 13, zona 11, en el reparto capitalino Alamar. Y es para felicitar a los docentes y demás trabajadores de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de Guanabacoa.
Señala Alina que su hija recién comenzó sus estudios allí, y desde el inicio las impresiones son las mejores: tanto el director como los profesores son muy profesionales, y son todo oídos cuando los padres se acercan. Tienen un sistema formidable de seguimiento de la situación académica de los alumnos, y orientan a los padres incluso la manera de ayudarlos.
Prima el respeto, agrega, y son capaces de señalar a cada padre las deficiencias que debe erradicar su hijo. «Como madre, me siento muy comprometida con esa institución, pues sabe cómo lograr el máximo de cada alumno», expresa finalmente Alina.