Más allá de que la Supercopa no es la principal competición que se disputa en el año, un Clásico siempre se juega a ganar. Autor: marca.com Publicado: 13/01/2025 | 10:02 am
Decía el jugador del Barcelona, Pedri González, en declaraciones previas al Clásico: “¿4 – 0 otra vez mañana? No será fácil. Ellos también estarán allí para venganza. Haremos lo mejor que podamos. Tenemos nuestra estrategia”. Sin embargo, el equipo de la ciudad condal humilló nuevamente esta temporada a los merengues y le marcó una manita para coronarse supercampeón de España.
En el partido disputado en el Estadio King Abdullah Sports City, de Arabia Saudita, los azulgranas remontaron un tanto tempranero del crack madridista Kylian Mbappé, con goles de Lamine Yamal, Lewandowski, Balde y doblete de Raphinha. Así, el Barça cerró un marcador de 5 a 2 y alcanzó el título cien de toda su historia.
Ambos equipos llegaban al partido con el antecedente reciente del 4 a 0 en el Bernabéu en octubre. El FC Barcelona venía de muchas polémicas tras la deficiente gestión de su directiva en las inscripciones de Pau Víctor y Dani Olmo, junto a algunos resultados negativos en Liga en los meses de noviembre y diciembre de 2024. Por otra parte, el Real Madrid mostraba mejorías en su juego y su fichaje estrella Mbappé recuperaba parte de su nivel, pero en defensa el conjunto merengue dejaba grandes dudas.
Tras un inicio dominante de los blaugranas con sendas oportunidades claras de gol de Yamal y Raphinha, bien atajadas por el arquero Courtois, llegó el primer gol del encuentro en un contragolpe blanco. A los cinco minutos de partido, los veloces delanteros del Madrid, Vinícius y Kylian, sorprendieron a la defensa catalana y el francés se gastó un jugadón para poner por delante a su equipo.
El escenario parecía propicio para que los merengues desplegaran su estrategia con la rapidez de sus extremos, pero la realidad es que los azulgranas continuaron su dominio. La mentalidad y la intensidad del conjunto de Flick, junto a su brillante juego colectivo y las displicencias defensivas del Madrid, revirtieron el resultado inicial. El equipo de Ancelotti, conocido por las famosas remontadas de los últimos años, tomó de su propia medicina.
Al minuto 22, el jovencito Lamine Yamal volvió a demostrar su talento sobre el campo y puso el empate en el marcador, luego de encarar a Tchouaméni y definir suave y pegado al poste, dejando el balón inalcanzable para Courtois. El chico de oro estuvo imparable durante el primer tiempo y recordó por momentos las icónicas jugadas de la leyenda Leo Messi en los Clásicos de antaño.
Poco más de doce minutos perduró la igualdad. El francés Camavinga cometió una falta dentro del área madridista al centrocampista Gavi y el árbitro Gil Manzano no señaló la infracción. El VAR avisó al colegiado y cantaron la pena máxima, para que el ariete polaco Robert Lewandowski disparara fuerte al poste derecho y pusiera en ventaja al Barça. Solo tres minutos después, el brasileño Raphinha colocaba de cabeza el tercero blaugrana, tras un estupendo centro de Koundé en una acción que no parecía de tanto peligro.
En las postrimerías, el Real Madrid intentaba recortar la distancia con más orgullo que fútbol y el Barcelona tenía oportunidades claras de ampliarlo. Pero en la última jugada antes del descanso, un contragolpe catalán -con la excepcional conducción de Yamal- terminó en el cuarto gol de los azulgranas, anotado por el lateral Alejandro Balde. Desde 1943 el Barça no marcaba cuatro tantos en la primera parte de un Clásico.
De esta manera culminaban los cuarenta y cinco minutos iniciales, con un Barcelona más intenso en la presión y dominando los tiempos y el balón. En tanto, el Madrid había mostrado debilidades en defensa y un flojo ataque. Los pupilos de Ancelotti apelaron a su glorioso escudo e iniciaron impetuosos el segundo tiempo con una volea de Rodrygo al poste en el 47, pero un minuto más tarde Raphinha consiguió el doblete personal y la manita definitiva del Barça, en una noche increíble del tridente catalán, que se involucró en cuatro de los cinco tantos del equipo.
El rumbo de la final hacía presagiar una goleada histórica, sin embargo en una jugada cambiaron las sensaciones. Una falta fuera del área del portero polaco Szczęsny sobre Mbappé mereció tarjeta roja directa y dejó con diez a los blaugranas en el 57. El tiro libre derivado de la infracción terminó en el fondo de las redes, tras un disparo potente de Rodrygo que puso el marcador cinco por dos.
Con más de media hora de juego por delante, las épicas remontadas merengues esperanzaron a sus fanáticos, aunque la distancia era de tres. El DT teutón hizo modificaciones para no descompensar al equipo y el resultado se mantuvo hasta el pitido final, pese a los intentos madridistas de llegar al arco protegido por Iñaki Peña, pero que fueron abortados por el arquero y una sólida defensa con y sin balón de los catalanes.
Así, el técnico alemán, Hansi Flick, celebró su primer título con el FC Barcelona, dio un repaso táctico a Carlo Ancelotti y continuó su idilio con las finales. El teutón no ha perdido ni con el Bayern de Múnich ni con el Barça en las discusiones de trofeos. Con esta goleada, el conjunto azulgrana se mantiene como el máximo vencedor en las supercopas españolas con 15 títulos y se separa a dos de su acérrimo rival, el Real Madrid, como principal perseguidor.
Más allá de que la Supercopa no es la principal competición que se disputa en el año, un Clásico siempre se juega a ganar y el resultado puede marcar el rumbo de la parte decisiva de la temporada para ambos clubes. El Barça recupera la confianza y las buenas sensaciones de los primeros meses, cuando era un rodillo contra casi cualquier equipo. Mientras, en el Madrid sobrevuelan nuevamente las dudas en el juego y en algunos nombres. ¿Remontará el Barça en la Liga Santander e iniciarán otra era dorada con Flick al mando, o provocará esta goleada la resurrección del Real Madrid esta temporada? Eso estará por verse.