El abanico no es un accesorio, sino un todo perfecto, una obra de arte en miniatura, y como tal debe respetársele, dijo alguna vez Dulce María Loynaz Muñoz
Los surcos de la memoria son inapelables, son intransferibles, inaplazables. Son espirales en eterno movimiento
Ya no habría que correr para llegar a tiempo a ningún lado, ni escuchar a mis vecinos que comparten conmigo los baches, la estrechez, la inventiva, la esperanza
Nunca había visto izar la bandera de Carlos Manuel de Céspedes, nunca la había visto flotar contra el sol en el cielo de Bayamo
Millones de africanos fueron arrancados de sus tierras, y sobre su sangre o sus lágrimas, se forjó parte de la riqueza del Nuevo Mundo
No hay mejor homenaje al honrar a nuestros héroes muertos que cuidar y reconocer a nuestros héroes vivos. No importa si son bomberos, médicos, maestros, agricultores, vecinos, gente nuestra. Cuba es tierra de muchos heroísmos
Cuba adentro, Baracoa adentro, Cabacú adentro, llegamos a Vega Larga. El río Las Minas tal vez no sea mediático, pero sus aguas son espejos, son milagros
Hay quien atraviesa los puentes sin mirar al vacío. Hay quien va con demasiado apremio por la vida