La Majomía se disfruta pensándola, haciéndola y regalándola. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 09/09/2025 | 07:58 pm
La majomía gustó a muchas personas desde el inicio, pero no agradó a otras. Es comprensible, porque no es un programa musical tradicional, en el que hay un momento para las entrevistas y otro para la música, sino que es una descarga musical informal, desenfadada, como si fuera un ensayo.
Y justamente esa fue idea original de Lil Romero, su guionista fundadora, y Alain Finalé, su director y también guionista, que se ha mantenido en el trabajo de otros guionistas, como Giusette León y Alfredo Felipe Pérez: hacer algo genuinamente distinto, y educar a los públicos ante el nuevo formato.
«Mis expectativas fueron superadas porque el equipo es muy profesional, y Finalé como director sabe pedir lo que quiere pedir a los conductores y a los músicos. Me motiva mucho escribirlo por el tono, la sencillez y la no estridencia. Estos son elementos que lo hacen especial.
«Un gran lujo ha sido contar con Cary Diez como asesora, porque ha sido magistral su rol en lograr esa unión inesperada de músicos y vertientes musicales diversas. Considero que nuestra televisión necesitaba un programa así, como lo requiere cualquier plataforma musical, porque cada propuesta es única; es una hermosa manera de acercarse a la música de hoy y de siempre», comentó Romero.
Finalé cree que el horario de transmisión de la primera temporada en 2023 no fue el más acertado, «porque la telenovela es un espacio sagrado para los públicos y colocarnos antes tal vez atentó un poco. También influyó el propio discurso que manejamos, conversacional, a tempo de descarga, en el que a veces todos hablan a la vez…
«Muchos pensaron que se trataba de un programa humorístico, y como es más informal, aún los públicos no conciben que nuestra televisión pueda ser así, menos rígida y más parecida a la vida cotidiana», valoró Romero.
La tercera temporada del programa, que llega ahora por Cubavisión los jueves en la noche y con retransmisión los viernes en la mañana, cuenta con música original de Christopher Simpson, diseño gráfico de Adrián Berazaín, dirección de arte a cargo de Daniel Arévalo, así como dirección de fotografía de Yamil Santana.
También forman parte del equipo, Carlos Benítez en la edición y postproducción, Ernesto Estrada (Enzo) con el diseño de sonido, mientras la posproducción de sonido va por Tony Carreras. Además, la asistencia de dirección es de Natasha Oliva y Yadel Peláez; producción de rodaje a cargo de Calletano Hernández y producción general de Marisela de la Lastra.
«También nosotros hemos aprendido en la marcha, y sobre todo, prestándoles atención a las críticas, más que a los elogios. Teniendo en cuenta que concebimos La majomía con un amplio abanico de proyectos y propuestas musicales, los públicos son diversos y por eso nos debemos a ellos, a sus intereses y expectativas. Arribamos a esta nueva entrega con más audiencias, más motivaciones y más solicitudes por parte de los televidentes.
«Abordamos todos los géneros, incluso la música vinculada con el humor; la música antigua y coral, y vamos incluyendo propuestas de otras provincias, en la medida de lo posible. Tenemos jazz, rock and roll, trova, rumba, música tradicional, música popular bailable… y trabajamos con figuras reconocidas y otras emergentes.
«Va creciendo La majomía y lo más importante, es que se parezca cada vez más al invitado que está presente», afirmó Finalé.
La frescura que ha traído La majomía a nuestra programación ya se demanda más, y no pocos han pedido que se extienda el tiempo en pantalla. «Estamos preparados para hacerlo más extenso, y también nuestros artistas lo merecen, sin realizar las típicas entrevistas con las mismas preguntas que se hacen en todos los espacios», aseguró Finalé.
«Queremos que la gente tenga acceso a la persona, al ser humano que está detrás del artista, qué le gusta y qué no, qué disfruta, además de hacer música o actuar, sus anhelos, sus frustraciones… que pueda escucharlos en una zona de confort, desde la que revela aspectos de su vida y también regala su arte de manera genuina».
El músico Ernesto Casanova y los actores Ariel Zamora y Darianis Palenzuela fueron los conductores de la primera entrega. Después se mantuvo Ernesto, se sumó la actriz y cantante Leidis Díaz, el cantante, compositor y director de Ron con cola, Frank Pedroso, y la violista, cantante y bailarina Paula Lucía. Ahora, junto a Frank y a Leidis, vemos a la reconocida flautista, saxofonista y compositora Belinda Guerra, directora de B´jazz; y al cantante, guitarrista y compositor Yosander Estévez, líder de A granel.
«Trato que todos los conductores sean músicos, aunque he contado con actores también, y algunos dueños de una dualidad en esas áreas de desempeño muy interesantes. Es más enriquecedor porque, lejos de ser una entrevista, es una conversación que tiene como guía el guion que les ofrezco, pero va creciendo a medida que avanza el diálogo.
«Las grabaciones transcurren de arriba a abajo la mayoría de las veces, porque hacemos un trabajo de mesa riguroso antes de iniciar cada temporada. Nos reunimos con los conductores, con los músicos, explicamos todo lo que deseamos lograr, ensayamos y planificamos grabar dos programas a diario durante dos semanas. Lo coordinamos todo muy bien, no solo para el trabajo con las seis cámaras y el switcher, sino con el sonido porque, además, en La majomía, todo se hace ahí en el momento, no se dobla. Grabamos por pistas porque lo que el público disfruta es lo que realmente se tocó y se cantó ahí.
«El equipo con el que trabajamos es maravilloso, fluye muy bien el proceso. También la familia suma al equipo de La Tiza el estudio donde grabamos. Desde el punto de vista tecnológico estamos bien preparados, incluso para prever posibles apagones que retrasen la filmación, como ha sucedido; pero, sobre todo, es la entrega y el amor de cada uno, e incluso de amigos y familiares para lograr que cada programa sea lo soñado».
Belinda Guerra aceptó el reto de conducir el espacio en esta temporada. «Estoy feliz por ello y lo agradezco infinitamente. Es la primera vez que lo hago y, aunque es difícil, lo he disfrutado al máximo. Me ha ayudado mucho la confianza que depositaron en mí y he recibido el gran premio de que el programa me haya acercado más al pueblo cubano. Niños de la edad de mi hijo me reconocen como «la que sale en La majomía» y otras personas de más edad, y eso es loable en una época en la que la mayoría de la gente consume lo que sale en las redes sociales y lo que copian de unos a otros».
Yosander Estévez aprendió a dominar su inquietud ante las cámaras. «Imagínate, yo estoy acostumbrado a cantar y bailar ante un público, así que he tenido que aprender los códigos de la televisión, aunque no se trate de un programa eminentemente formal. Ahora en mi Camagüey natal soy un famoso de la televisión, pero más que eso, valoro mucho acceder a una familia nueva y a una rama de la creación totalmente novedosa que me impuso superarme».
Finalé confía en que a los televidentes les agradará lo que está por venir. «Todos amamos lo que hacemos, y lo más importante es constatar que a la gente le crece el interés por ver lo que le ofrecemos. Hacemos magia con los presupuestos, trabajamos el sonido y la dirección de arte con calidad, nuestros invitados son excelentes artistas, la fotografía es fresca y acogedora… creo que por ese camino seguiremos bien. El canal Cubavisión se regocija con la satisfacción del encargo que asumimos, ya los programas están en su canal de Youtube, y los públicos siguen en sintonía con nosotros».