La turista Melissa Hart sufrió en Gibraltar la humillación de su vida: dos monos de la colonia Macaca sylvanus del lugar le quitaron la parte superior del bikini y amasaron sus pechos con el mayor desparpajo. La muchacha fue a la Comisaría e intentó una denuncia por agresión sexual, pero el agente que la atendió —¿posible cómplice de los pervertidos?— solo le preguntó irónicamente si los reconocería en una ronda. Melissa dijo ser panadera, pero, al parecer, mejores panaderos eran los monos.