Portada de Dos Lenguajes, realizado bajo el sello Bis Music Autor: Tomado de Internet Publicado: 04/02/2021 | 10:11 pm
Existe el convencimiento de que si uno desea extender su visión del mundo necesita ampliar su lenguaje. La forma en que asumimos determinada forma de expresión —y en la música está bien delimitado— condiciona nuestra relación con la realidad circundante. Ruy Adrián López-Nussa domina su propia lengua: la batería.
El artista es capaz de mimar su instrumento, mezclarlo en diferentes lecturas y estilos para sacarle el mejor partido y llevar cada composición hasta los límites, casi imperceptibles, de la creación musical. Así nació Dos lenguajes, bajo el sello Bis Music, primer álbum de este notable percusionista, que viene acompañado de un DVD.
—Con una carrera muy activa y reconocida en gran parte del mundo, ¿por qué esperar tanto para este primer disco?
—Este es un proyecto que venía maquinando hace mucho tiempo. Siempre he estado envuelto en un permanente proceso de creación, desde mi primera composición a los seis años. De hecho, tuve el honor de que mi tío Ernán López-Nussa me permitiera presentarla en un concierto suyo, y desde entonces tengo mucha música en la mente, entre partituras y grabaciones.
«Mucha gente cercana, sobre todo de mi familia, me animaba a registrar mis creaciones y condensarlas en algún material, pero no acababa de dar el paso final.Fue el productor Enrique Carballea quien me dio el empujón que necesitaba. A Enrique lo conozco desde que nací, pues trabajó con Santiago Feliú y mi padre durante muchos años.
«También debo agradecer a la casa discográfica Bis Music y a su productora, Mayra María García, por la labor espectacular que han realizado en la producción de Dos lenguajes. Desde los 15 años estoy arriba de los escenarios, pero siempre es grato cuando un equipo de trabajo confía en tus composiciones».
—¿Por qué Dos lenguajes?
—En mi formación personal y como artista me he nutrido de una forma que podría catalogarse como bilingüe. Desde mis estudios iniciales en la música llevé la doble carrera en batería y piano. Poseo, además, una herencia francesa porque parte de mi familia proviene de ese país europeo, lo cual aportó componentes muy enriquecedores a mi naturaleza caribeña. Entonces, decidí que los temas del disco fueran a dúo con otros artistas y grandes amigos, cada uno desde el modo de expresión que domina, para dialogar con mi lenguaje. El número dos marca la forma de comunicar en este material.
«Cada invitado tiene un protagonismo determinado dentro del engranaje del disco, donde cada tema fue pensado en dependencia de la combinación de la batería con el piano, la trompeta, la voz, el violín u otra batería. Al fin y al cabo se trata de un diálogo, aunque defendamos lenguajes diferentes.
«La mayoría de los temas son de mi autoría, excepto una composición que pertenece a mi tío, Ernán López-Nussa, titulada Volver a Cuba, una obra preciosa que he adorado toda mi vida. Además interpretamos El manisero, de Moisés Simons, con arreglo de Maykel González.
«Por su valor y riqueza, cada composición es diferente y especial. Por ejemplo, adoro el que hicimos a dos baterías con Ruly Herrera, porque además del buen feeling que creamos en la ejecución, tuve la oportunidad de tocar el piano y la batería. También me resultó sorprendente la dupla de voz y batería que se dio con Daymé Arocena en una canción muy minimalista: no hay armonía, solamente melodía y ritmo. Me encanta la parte contemporánea que refleja.
«Para Tiago, dedicada a mi hijo mayor, convoqué a mi hermano Harold López-Nussa, con quien no tuve ni que ensayar previamente, porque hemos trabajado juntos toda la vida y existe entre nosotros una comunicación muy fluida, la cual se nota en cada entrega que desarrollamos y este proyecto no es la excepción. Un hecho similar me ocurrió con Aldo López-Gavilán, cuyo pianismo me fascina. Me encanta tocar a dúo con él, porque logramos un balance entre drums y piano que me lleva a las nubes.Para mí la buena energía que se da en la escena entre los músicos es esencial para que todo fluya y se favorezca la improvisación, la comunicación».
—¿Cómo te sientes asumiendo otros lenguajes?
—El público me conoce más como baterista, pero para componer acudo primero al piano. Puedo estar jugando con mis niños o sentado en la cama viendo una película, pero si se me ocurre una melodía, enseguida corro hacia él. Mi lenguaje es musical, lleno de sutilezas. Se basa en la diversidad de los colores, por eso con otros estilos me siento cómodo, tratando de buscar formas diferentes de comunicar.
«Este disco también es una manera de salirse de la zona de confort. Se trata de no detener la investigación ni la creación para seguir haciendo propuestas nuevas, sin perder de vista las raíces y sabiendo de dónde venimos. Pero dentro de ello, atreviéndome a mezclar conceptos, al margen de lo que guste o no. Eso resulta muy importante y te hace no quedarte achantado».
—En la música tu camino va estrechamente ligado a tu familia, ¿hasta qué punto el clan López-Nussa intervino en la producción de este primer fonograma?
—Totalmente, desde la génesis del proyecto. Mi hermano Harold es el productor musical del disco: un creador muy talentoso que admiro y, aunque discutamos, siempre terminamos en la misma línea. Asimismo, cada duda que me aparece la trato de consultar con mi padre y mi tío, quienes tienen la experiencia y una carrera de muchos años, que ha sido referente para mi hermano y para mí. Todo lo consulto con ellos: el orden del disco, los títulos, qué invitado convocar... Mi familia tiene un peso enorme en Dos lenguajes, y así continuará en cada álbum o proyecto que enfrente en mi vida.
«Estoy muy feliz con el resultado de Dos Lenguajes, que se debe al empeño de más componentes, sin los cuales no habría sido posible llegar a buen puerto: el desempeño impecable del equipo de filmación del DVD que acompaña al álbum fue muy importante, así como Alfonso Peña en el sonido, quien conocía cada detalle de mis ocurrencias a la hora de grabar los temas.
«El proceso de grabación tuvo lugar en enero de 2020 y se realizó en un solo día. Queríamos que la acústica y el ambiente se sintiera lo más parecido al de un concierto en vivo, para ello fuimos al Teatro Martí, institución a la cual agradezco por abrimos las puertas, así como a la Oficina del Historiador.
«Ahora finalmente puedo presentar mi primer disco tras tantos meses de trabajo y ansiedades provocadas por la lejanía de los escenarios, debido a la situación derivada del virus que nos azota. Es duro no estar cerca del público a la hora de dar este paso tan significativo en mi carrera, pues el contacto físico con la audiencia es lo que nos nutre emocional y musicalmente a los artistas.
«Si bien el proceso de producción del disco no se detuvo, a pesar de la COVID-19 y el aislamiento social, no hemos podido presentar este CD/DVD como hubiéramos querido: en un teatro y poniéndonos en contacto “piel con piel” con el público. Sin embargo, hemos aprovechado mejor el mundo online y gracias a ello intercambiamos con muchos artistas, cubanos y foráneos, con los cuales hemos concebido proyectos musicales disímiles.
«Mi hermano y yo no hemos dejado de trabajar, creando nueva música y asegurando futuros proyectos que, como Dos Lenguajes, nos permitirán retomar los escenarios y hacer disfrutar a nuestra gente».