En la UEB No. 3 de Alimentos y Bebidas La Estancia, el Presidente cubano destacó la calidad de sus producciones, capaces de competir con similares que se fabrican en el extranjero. Autor: Estudios Revolución Publicado: 23/01/2020 | 11:19 pm
SANCTI SPÍRITUS.— Con la sociedad pasa como con el cuerpo humano: si primero no hay diagnósticos de las dolencias, luego será muy difícil cualquier cura o crecimiento. En el caso de Cuba, urgida de dar saltos de bienestar en todos sus espacios y desde fuerzas propias, saber qué nos está haciendo la vida más difícil es vital para que la economía, base de todo, fluya y se acreciente.
Lo anterior explica que en más de una ocasión, durante su primer día de trabajo en este territorio, que es anfitrión de la visita del Consejo de Ministros, el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, haya indicado hacer un levantamiento, una suerte de «banco de trabas», para que ese sea punto de partida de decisiones que desaten fuerzas productivas y vigoricen la economía.
El primer punto en la agenda del Jefe de Estado, en una visita que es la segunda de su tipo a la provincia, fue el central azucarero Uruguay, en el municipio de Jatibonico.
En ese central, que es uno de los dos más grandes del país, orientó a directivos y trabajadores que antes de que concluya el mes en curso hagan llegar al más alto nivel «todas las consideraciones que ellos tienen sobre cosas que hay que cambiar en los procesos de la economía; o sea (sobre) trabas».
El Presidente se estaba refiriendo a los frenos en todos los procesos: «los de planificación, los de aseguramiento, los de exportación, los de importación, los de producción, los de comercialización… Con esto queremos hacer un “banco de trabas”, por decirlo de alguna manera, y a partir de ahí empezar a analizar qué decisiones tomar para ir destrabando las cosas (…) y terminar de poner la economía en otro momento de posibilidades para que el sector estatal, la empresa estatal se desarrolle, y también lograr la adecuada correspondencia entre el sector estatal y el sector privado de la economía».
Este año, con la zafra azucarera de la provincia que por cierto se estrenó por el central Uruguay, las cosas están resultando mejor que en 2019. La provincia va en su plan de azúcar hasta la fecha, al 99 por ciento.
Los números dan buenas señales: los centrales están estables, ostentan alta eficiencia y cumplen con todos los parámetros de la calidad del azúcar; y el autoabastecimiento energético está por encima del cien por ciento.
El Presidente Díaz-Canel habló de no descuidar el mantenimiento de los centrales, de aprovechar en toda medida posible los derivados del azúcar, de ahorrar palmo a palmo, de que los trabajadores conozcan al dedillo cómo es su sistema de pago, y de que la tierra tenga sembrados todos los espacios posibles (de caña, de plátano, de frijoles), pues «muchos poquitos dan mucho», reflexionaba.
A un lugar no menos importante para el desarrollo de Cuba llegó después Díaz-Canel Bermúdez: la Fábrica de Cemento Siguaney, ubicada en el municipio de Taguasco. Allí, donde también hizo referencia a la necesidad de hacer un levantamiento de las trabas, y donde mostró especial interés por el cuidado del medio ambiente, conoció detalles sobre el Proyecto de Modernización Técnica para la Planta de Cemento Siguaney, el cual será fruto de una acción conjunta entre Cuba y la República Popular China, y que al culminar permitiría la producción de unas 600 000 toneladas.
El plan de la fábrica para el presente año asciende a unas 90 000 toneladas, de las cuales 10 000 serán de cemento blanco —producción que tiene como destino a todo el país y que solo tiene lugar en Taguasco.
La jornada de la mañana cerró con la visita a la empresa pecuaria Managuaco, en el municipio de Sancti Spíritus. En ese escenario nacido en 1976, cuya estructura fue concebida para proteger el potencial genético de la raza Siboney de Cuba, se constató que cuando hay motivación y deseos de hacer bien las cosas, pueden verse los resultados.
El centro de cría artificial UEB Dos Ríos, dedicado a la ganadería bovina, garantiza el buen crecimiento de crías de ganado Siboney de los siete días a los diez meses, cuando se les reincorpora a las vaquerías de la región. Foto: Estudios Revolución.
Desde la pasión y el sentido de pertenencia el director general de la empresa, Erit Manuel Lescano Reyes, habló al Presidente cubano sobre las diversas metas de un lugar que trabaja en labores de cría, de minindustria, y de acopio de carbón vegetal (producto que ya han exportado). Como fortalezas, afloraron los temas del autoabastecimiento, el vínculo con las universidades, el beneficio a las comunidades aledañas, la capacitación de los trabajadores, el uso de la energía renovable (el 70 por ciento de las turbinas funcionan con paneles solares), el salario de los trabajadores, y la estabilidad de esa valiosa fuerza.
A pesar de la vastedad, todo lucía limpio y organizado. El Jefe de Estado quiso saber cómo hacen allí para lograr ese ambiente. Al llegar a la unidad empresarial de base Dos Ríos, de cría artificial, preguntó a Lescano Reyes por el recurso para mantener las naves pintadas y en notable orden, aunque estuviesen lejos del epicentro de dirección de la empresa. Entonces el muchacho, que antes había hablado hasta de proyectos culturales con niños de la zona, recordó una receta infalible: «Hay que hacer recorridos todos los días; hay que estar en el terreno».
Sobre los estímulos espirituales, sobre el buen ambiente que allí se respira, Díaz-Canel Bermúdez recordó una verdad muy útil para estos tiempos: las buenas ideas, las pequeñas cosas que estimulan el compromiso, a la larga dan resultados y obran la sumatoria de los grandes cambios.
Agenda vespertina
Ya en la jornada de la tarde el Presidente se interesó por los resultados de la unidad empresarial de base (UEB) No. 3 de Alimentos y Bebidas, perteneciente a la sociedad mercantil La Estancia, ubicada en el municipio cabecera, y especializada en producir unidades envasadas y procesadas de forma aséptica Treta Pak.
En diálogo con sus trabajadores por varias áreas, conoció que entregan 7 600 toneladas de compota Osito a la canasta básica de todo el país.
Ante la certeza de que los productos de la industria están entre los más exitosos de Cuba, se preocupó por las condiciones tecnológicas y los obstáculos encontrados al ser UEB. Aydel Toledo, director de la entidad, explicó que la materia prima sigue siendo un talón de Aquiles. Tras escuchar, el líder cubano reconoció que se precisa darles más facultades a las UEB.
«Estamos inmersos en un estudio para conocer las trabas que hoy existen en el sistema empresarial y solo así podremos destrabar la economía cubana», añadió.
Igualmente, llamó a velar por la calidad de las materias primas, por lo que los proveedores deben estimularse, como única vía de borrar de la mentalidad del país las importaciones.
Díaz-Canel instó a mantenerse actualizados con las producciones internacionales, ya que cualquiera de los productos con sello espirituano puede competir en el mercado foráneo. También pidió fomentar más lazos entre las industrias y las universidades.
El estadista fue recibido luego en la empresa militar industrial (EMI) Coronel Francisco Aguiar Rodríguez, donde recibió una exposición detallada de sus producciones y servicios. En diferentes áreas, palpó la creación de triciclos, ómnibus urbanos y rurales, además de la remotorización y reparación de vehículos. Asimismo, la fabricación de biodigestores y muebles de ratán y mimbre.
El capitán Sergio Conrado Duardo aseguró que con la propia tecnología de la empresa logran esas producciones, las que contribuyen a la solución de los problemas del país. «Tenemos el potencial en Cuba para hacer lo que nos proponemos, aunque nos queda aprovechar más los recursos y darnos a conocer», añadió.
Antes de la despedida, Díaz-Canel escribió en un plegable: «El General de Ejército, previsor al fin, definió a este colectivo como magnífico. Hoy podemos apreciar que han sido comprometidos defensores de esa calificación. ¡Éxitos en el trabajo! Con respeto y admiración».
Otra de las paradas fue el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), donde su director, Enrique Rosendo Pérez Cruz, abordó las producciones de anticuerpos monoclonales y diagnosticadores, entre otras, que continúan elaborándose a pesar de los obstáculos impuestos por la agudización del bloqueo económico y financiero del Gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano.
El directivo informó que más de 7 000 espirituanos han usado el Heberprot-P, sobre todo en la atención primaria, por lo que han disminuido el número de amputaciones mayores.
Entre las metas del CIGB de Sancti Spíritus está el mejoramiento de su infraestructura, a partir de un nuevo local y la producción de productos transgénicos.
Ya casi al anochecer, parte del estudiantado y docentes de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, mostraron a Díaz Canel cuánto han hecho para apoyar el Gobierno electrónico y fortalecer con los egresados de esta casa de altos estudios los diferentes ministerios.
Participaron en el encuentro, además, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y los viceprimeros ministros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez e Inés María Chapman Waugh; entre otros dirigentes del Partido y el Gobierno.
Avalada recientemente como universidad certificada, el mandatario cubano reflexionó que el «vínculo entre la Universidad y las empresas ya está dando resultados. La innovación tecnológica y la integración se fortalece en la provincia», concluyó.