Malena González Rizo vive junto a sus bebés momentos de una alegría incomparable. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 22/01/2019 | 09:26 pm
MATANZAS.— Los trillizos nacidos por cesárea hace apenas unos días en este territorio se encuentran en perfecto estado de salud y evolucionan satisfactoriamente en la sala del servicio piel a piel del hospital ginecobstétrico José Ramón López Tabranes.
«Están saludables y solo esperamos que tengan el peso adecuado para ir a casa», nos dice la mamá, Malena González Rizo, de 32 años de edad, quien empezó a atenderse por infertilidad en Jagüey Grande. «Llevaba siete meses y no salía embarazada, hasta que comencé en la consulta, y con tratamiento al mes salí embarazada.
La primera en nacer fue Milena, con 2 200 gramos de peso, después Milenis, y por último, Yansel. Estos dos pesaron 1 750 gramos.
«Amamanto al primero que se despierte y siempre trato de darle el refuerzo, consistente en leche maternizada, para después ponerlo a lactar, a veces a dos juntos», cuenta.
Recuerda que desde que tuvo la primera sospecha del embarazo se puso a indagar. Enseguida se hizo un test y dio positivo. A las ocho semanas le realizaron un ultrasonido y se determinó que tenía dos y que había una sombrita: «No me asusté por la sombrita, pero a las diez semanas me realizaron el otro ultrasonido y ya estaban los tres. Se sentían hasta los latidos de sus corazoncitos. Imagínate el impacto de la noticia de que eran tres.
«Como ves, estoy tranquila y feliz con ellos. No tengo tiempo para nada. En lo que le das la lechita, lo pones a lactar y después le sacas el aire, me demoro como 30 minutos con cada uno.
«Al papá de este trío, Yansel Marrero Trimiño, lo primero que le vino a la mente fue que si a los tres se les ocurre matricular juntos en la universidad será un gran dolor de cabeza», sonríe Malena, quien se desempeña como especialista en Recursos Humanos en la empresa del cítrico Victoria de Girón, en la Unidad de los custodios, mientras que el papá es cuentapropista.
Comenta que el momento más difícil fue cuando la ingresaron a las 18 semanas, aquí en Matanzas, muy lejos de Jagüey Grande. «El 13 de septiembre llegué al hogar materno René Fraga y el 9 de noviembre me trasladaron para Maternidad.
«Mi familia está como loca porque regrese a Jagüey Grande. Ahora espero que los bebés estén con el peso adecuado para que les den el alta. Cada tres días los pesan y han aumentado, tienen que llegar a 2 500 gramos. Mi preocupación es que son tres bebés. Ten en cuenta que con uno se pasa trabajo, imagínate con tres.
La licenciada Dayris Barrios Hernández, supervisora en el hospital materno José Ramón López Tabranes, recalca que los partos múltiples son raros y conllevan muchos cuidados por parte de la mamá y del personal asistencial de la salud: «En esta sala de servicio piel a piel los tres niños están cerca de su mamá y, según estudios, los bebés aumentan así más rápido de peso y se sienten menos estresados».
Adela Rodríguez licenciada en Enfermería, sostiene que los tres infantes cuentan con las condiciones ideales en esa sala, y que el personal ayuda en todo porque saben que atender a pacientes pequeños es una tarea de mucho amor.
Fotos: Hugo García