«Cuando en el horario de la mañana del 18 de mayo escuche a mi Jorgito discutir su trabajo de Diploma, en opción al título de Licenciado en Periodismo, seguramente pensaré en cuantas personas han hecho posible semejante proeza. Pensaré en los médicos que desde el mismo día de su nacimiento lucharon sin reservas por su vida. En el fisiatra que me recibió en su consulta con mi bebé de solo 27 días y me dijo que tenía una parálisis cerebral infantil, es decir, una lesión estática en el sistema nervioso central. No podía decirme si caminaría en un año, en cinco, o si nunca lo haría, si podía aprender un oficio o nunca asistiría a una escuela.
«No le niego que los grandes sueños de dos jóvenes de origen humilde, recién formados por la Revolución como licenciados en Derecho y en Marxismo e Historia, se convirtieron en una pesadilla al saber que teníamos un niño que no era igual a los demás, pero no por mucho tiempo. Este profesional también formado por la Revolución nos explicó que a nuestra disposición también estaba el sistema de salud que contaba con un servicio de rehabilitación, único tratamiento que necesitaba mi hijo en ese momento. (…)
«Hace unos días Usted les hablaba a los delegados al Congreso del Partido que sería de las últimas veces que hablaría en aquella sala, pero no, mi Comandante, ya usted es inmortal, estará en cada joven, hombre o mujer que hable desde allí, en cada niño o niña que sienta las manos generosas de la Revolución, en cada ser humano que sea salvado por los médicos cubanos en nuestra Patria o en cualquier parte del mundo, en cada hombre o mujer de América Latina u otra latitud que aprenda a leer o escribir, en cada letra que escriba Jorgito desde su profesión para defender a Cuba.
«Porque Fidel es Jorgito, que es la dignidad de la Revolución en pie, es la prueba palpable y real de que la utopía a la que usted entregó cuanta riqueza material y espiritual tenía, hoy es una inmensa obra de amor que no deja abandonado a ninguno de sus hijos.
«Gracias Fidel, en nombre de toda mi familia le regalamos en su 90 cumpleaños la formación integral que recibió Jorgito en la primera Universidad creada por la Revolución, la Ignacio Agramonte Loynaz, representado por el título en Periodismo».
(Fragmentos de la carta enviada por la mamá de Jorgito a Fidel. 9 de mayo de 2016)