En la capital de la República Bolivariana de Venezuela, sesionó este sábado el XXV Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América–Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Presidida por el canciller venezolano, Yván Gil, la reunión abordó asuntos de interés estratégico para la Alianza, como la defensa de la soberanía, la integración regional y la necesaria concertación política con vistas a los próximos eventos internacionales y en el contexto de la renovada arremetida del imperialismo contra los pueblos de Nuestra América.
En su intervención, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, destacó que esta reunión tiene lugar en una coyuntura crucial, en que Estados Unidos intenta forzar el diseño de un sistema internacional que amenaza la estabilidad, la seguridad y la paz.
Apuntó que «mediante la supuesta defensa de un nacionalismo extremo, un excepcionalismo imperialista y racista, el Gobierno estadounidense recurre al uso de herramientas económico-comerciales brutalmente punitivas, cuyo efecto pernicioso repercutirá negativamente en nuestros pueblos».
Agregó que son ellos los que aplican políticas discriminatorias, represivas e ilegales, que agreden la dignidad y los derechos humanos de nuestros nacionales residentes en ese país, mientras acude al chantaje, la intimidación y la implementación de un número creciente de medidas coercitivas unilaterales contra nuestras naciones, que violan el Derecho Internacional.
El Canciller cubano resaltó, además, que este diseño ocasiona un perjuicio directo, intencional y políticamente motivado a la soberanía e independencia de los Estados, viola el principio de no injerencia en los asuntos internos y entorpece los esfuerzos de las naciones en la promoción del pleno disfrute de los derechos humanos.
Frente a la embestida imperialista, Rodríguez Parrilla reafirmó que tenemos el compromiso y el deber de mantener un sistema basado en relaciones respetuosas de amistad y cooperación, libre de amenazas y agresiones, así como un clima de paz, estabilidad y justicia, con el fin de desterrar para siempre la amenaza del uso de la fuerza.
Hizo un llamado a continuar fortaleciendo el ALBA y a cerrar filas frente a quienes pretenden imponernos sus agendas. «A la contraofensiva imperialista respondamos con nuestro plan, fortaleciendo la unidad, globalizando la solidaridad y fomentando la integración, la cooperación y el diálogo», concluyó.