«La medicina cubana es un bastión de dignidad», aseguró el mandatario venezolano. Autor: Prensa Presidencial Venezuela Publicado: 29/03/2025 | 10:04 pm
Caracas, marzo 29.— El presidente Nicolás Maduro participó e intervino en el Consejo Político del ALBA TCP, donde enfatizó que el futuro de la región dependerá de la «unión multidimensional» en ciencia, tecnología y conocimiento, al tiempo que condenó los intentos del secretario de Estado estadounidense Marco Rubio de desprestigiar la cooperación médica cubana.
«La medicina cubana es un bastión de dignidad», certificó el mandatario venezolano al agradecer a los países del Caribe por su apoyo contra la «escoria política» de Marco Rubio, quien intentó desacreditar la labor de los médicos cubanos en su reciente gira por la región: «La medicina cubana es honor y moral. Fracasó en su intento de manchar nuestra dignidad», sentenció.
El presidente Maduro definió la unión como un concepto superior a la integración: «La integración junta partes separadas; la unión fusiona fuerzas. Estamos tejiendo una red multidimensional con la ciencia, la cultura y la educación como ejes del desarrollo en el siglo XXI», apuntó al anunciar avances concretos: «La telemedicina es un logro de nuestros pueblos. Cuba ha sido pionera, y hoy compartimos ese conocimiento», afirmó el Presidente venezolano, citado por Telesur.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció este sábado el uso por la Casa Blanca de medidas restrictivas unilaterales económico-comerciales para imponer sus designios a otras naciones, medidas de presión que tendrán cuantiosos efectos a largo plazo contra los pueblos, dijo.
Durante la reunión del Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el titular de Exteriores cubano consideró que la nación del norte busca generar un nuevo diseño político dividiendo al mundo entre aquellos países que se pliegan a sus intereses -y hacen concesiones territoriales, económicas y políticas- y aquellos que insisten en defender su autodeterminación.
Añadió que estos son víctimas de agresivas medidas, violatorias del derecho internacional y del principio de la soberanía de los Estados y la no injerencia en sus asuntos internos, además de privar a los pueblos del pleno goce de sus DD.HH.
Recordó que el imperio también apela al injerencismo y a la guerra cognitiva-comunicacional para quebrar la unidad nacional y desestabilizar, de ahí la importancia de contar con una estrategia regional para hacer frente a estas amenazas que buscan dividirnos y ahogarnos. Plan contra plan, como dijo Martí, expresó el Canciller de Cuba.
Tras manifestar que las presiones de EE. UU. son contrarias a la paz, la seguridad y la estabilidad globales, enfatizó que América Latina y el Caribe es una zona de paz y hay que continuar trabajando para preservarla. Exhortó a promover relaciones respetuosas de amistad, entendimiento y cooperación entre todas las naciones, que excluyan las amenazas y el uso de la fuerza.
Aseguró que el Canal de Panamá pertenece únicamente al pueblo panameño y llamó a consolidar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y trabajar para que su próxima cumbre gravite sobre el concepto de América Latina como zona de paz.
El jefe de la diplomacia cubana también rechazó la persecución e intimidación de los migrantes latinoamericanos en EE. UU., quienes viajaron a ese país en busca de horizontes ante la guerra económica impuesta por Washington a sus naciones.
Resaltó que las deportaciones masivas son políticamente motivadas y hay que impedir que se usen para chantajear a nuestras naciones. Rechazó, además, el uso de la ilegal base naval estadounidense en territorio cubano ocupado en Guantánamo para encarcelar a migrantes, así como el secuestro, deportación y envío de migrantes de diversas nacionalidades a terceros países por parte de EE.UU.
Rodríguez Parrilla repudió la persecución por EE.UU. de las misiones médicas cubanas en numerosas naciones. Expresó que ello dañará sustancialmente la atención médica de pacientes de bajos recursos y residentes en lugares apartados. Dejó claro que la campaña contra las misiones médicas cubanas está sustentada en mentiras y que al imperio no le interesan los DD.HH.
Asimismo, manifestó que Cuba respetará los acuerdos firmados en este ámbito con naciones de todo el mundo.
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa, expresó durante la reunión del Consejo Político del ALBA-TCP su certeza de que la solidaridad y unidad entre las naciones latinoamericanas devienen parte sustancial de la estrategia política necesaria para hacer frente a las amenazas del imperialismo.
«Debemos consolidar la integración para colocarnos, como fuerza, en los escenarios internacionales», aseguró, a la vez que defendió la paz como idea estrechamente ligada a la dignidad de las personas y al goce de sus derechos, de ahí el imperativo de luchar contra la pobreza, las desigualdades y la exclusión.
Además, en nombre de su Gobierno rechazó las medidas restrictivas unilaterales impuestas por la Casa Blanca contra Venezuela, Cuba y Nicaragua, al tiempo que exigió que Estados Unidos saque a Cuba de la lista de naciones supuestamente patrocinadoras del terrorismo, agresiones que valoró buscan rendir por hambre y enfermedades a su pueblo.
Consideró que las medidas de presión, así como la imposición de aranceles por la Administración Trump, atentan contra el desarrollo, el bienestar y el goce de los DD.HH.
Entre otras ideas, trasmitió de manera firme que Bolivia continuará denunciando la impunidad del Estado sionista de Israel y su genocida campaña contra el pueblo palestino y otras naciones de Oriente Medio.