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El tiempo solo enriquece el viaje

Yudexi de la Torre comparte su experiencia al interpretar a Karelia en Sábados de gloria y reflexiona sobre los desafíos de ser actriz más allá de los 50 años...

Autor:

Félix A. Correa Álvarez

Para Yudexi de la Torre el teatro no es solo una pasión, sino un hogar. Aunque nació en Camagüey, su corazón artístico está ahora en Teatro Andante, de Bayamo, donde ha consolidado su carrera tras su paso por otras compañías, y de la que le cuesta desprenderse, aun cuando la televisión nacional la reclama cada vez con más frecuencia. Su amor por las tablas encuentra un eco en Karelia, el personaje que interpreta en Sábados de gloria, pues es una actriz que, al igual que la de la novela, enfrenta los desafíos de la madurez mientras mantiene vivo su compromiso con la escena. 

La oportunidad de sumarse a la telenovela llegó mientras descansaba en Bayamo tras el rodaje de Viceversa. La invitación vino de la mano de Tamara Castellanos, quien asumía la dirección general junto a Ernesto Fiallo. «No lo pensé mucho», confiesa Yudexi. «Primero, porque me gustaba la idea de ser dirigida por Tamara Castellanos; ya había tenido el privilegio de compartir escena con ella como actriz, pero no como directora». Además, el personaje de Karelia, una mujer de más de 50 años que enfrenta las complejidades de su vida profesional y personal, resonó profundamente con su propia etapa de vida. 

«Una de las características de Karelia con la que más me identifico es la lealtad. Es, además, una de las cualidades que más admiro en una persona, porque creo que la lealtad también te lleva a la cordura. Ser leal a los principios, a la filosofía de vida que defiendes, a las amistades y a ciertos preceptos es algo fundamental para mí». 

—En la telenovela Karelia enfrenta la realidad de muchas actrices en edad madura: menos oportunidades laborales. ¿Te identificas con ese conflicto? ¿Cómo lo has manejado en tu carrera?

—Una de las cosas que se ponen de manifiesto en esta historia, específicamente con el personaje de Karelia, es que, cuando las actrices llegamos a los 50 o 50 y tantos años, los personajes comienzan a escasear, especialmente los protagónicos. 

«En mi caso, es un poco paradójico porque llegué a la televisión nacional a esta edad con la telenovela Entrega. No era un personaje protagónico, pero sí importante, porque tenía un rol antagónico en la historia. Sin embargo, cuando analizas el panorama general, te das cuenta de que esta edad no suele propiciar muchas oportunidades. El arte, históricamente, ha servido como una forma de denuncia y de reflejo de la sociedad, y en ese sentido se les da más espacio a historias protagonizadas por personajes jóvenes». 

—¿De qué manera tu experiencia en el teatro influyó en la interpretación de este personaje tan vinculado con el arte escénico? 

—Que el personaje sea una actriz ayuda mucho a comprender por lo que está pasando en ese momento. Pero hay algo en Karelia que resulta muy interesante: ella intenta encontrar una solución. Hay una especie de conformismo, pero no uno vacío o resignado, sino la conciencia de que, si ya no le llegan personajes importantes, debe canalizar su sensibilidad y su necesidad de crear de otra manera. Y lo hace a través de la escritura. 

«Eso es algo muy positivo y una lección que, incluso con mi experiencia como actriz, me llevo conmigo. Lo importante es no detenerse, no frenar la creatividad ni las ganas de hacer. Si no es por un camino será por otro, pero el objetivo es seguir adelante». 

—¿Cómo fue trabajar junto a Tahimí Alvariño y Yessie Guridi? Lograron una química real en el set...

—Creo que, inevitablemente, en todos los proyectos y procesos de trabajo hay un denominador común para los actores y actrices: siempre se gana algo. Aprendes, conoces, creas nuevas amistades y estableces nuevas relaciones interpersonales. 

«En mi caso, Sábados de gloria me permitió rencontrarme con algunos actores con los que ya había trabajado, aunque no siempre compartimos muchas escenas. Pero, sin duda, compartir con Tahimí Alvariño y Yessie Guridi fue un verdadero regalo, uno de los más grandes que he tenido en mi carrera. Son dos mujeres extraordinarias, con una sensibilidad y una sencillez admirables, llenas de complicidad y solidaridad. 

«El arte es cuestión de apreciación, cada quien tendrá su criterio sobre la novela, las actuaciones o las escenas, pero debo decir, porque es justo reconocerlo, que trabajar con ellas hizo que todo fuera más cómodo y fácil».

—¿Qué opinas sobre el impacto que la telenovela está teniendo en el público cubano y qué mensaje esperas que transmitan las historias de estas mujeres?

—El actor siempre está expuesto, y cuando va a salir una telenovela o cualquier audiovisual en el que uno haya trabajado, siempre existe ese temor, esa incertidumbre sobre cómo será recibido, no solo el desempeño individual como actriz, sino el producto en general. Con el tiempo, los miedos se van desvaneciendo, aunque algunos quedan escondidos.

«Sin embargo, la acogida de la novela ha sido muy buena, a pesar de que, como es natural, los televidentes encuentren algún que otro detalle. El público cubano es cada vez más exigente, con una mirada más analítica y artística, y eso es algo positivo. 

«Creo que la audiencia ha recibido bien la historia y ha valorado el hecho de que los protagonistas sean mujeres de mediana edad, con los conflictos que esto conlleva». 

—A lo largo de tu carrera, ¿ha habido algún personaje o experiencia que sientas que te ha marcado de manera especial? 

—Para mí los personajes son una parte de la vida, son mi otro yo, y por eso los quiero a todos. No quiero ser injusta con ninguno, porque cada uno me ha regalado algo.

«Recuerdo con especial cariño la primera vez que me subí a un escenario para hacer teatro, pero, en realidad, de todos se aprende. Cada personaje deja una enseñanza, una filosofía de vida, y al final uno va construyendo su propia visión a partir de esas experiencias, como parte del proceso natural de crecimiento. Por supuesto, algunos han tenido mayor trascendencia que otros debido a la recepción del público, pero, en mi caso, los atesoro a todos por igual. 

«Desde mi primer papel en teatro, que me abrió puertas, hasta mi debut en el cine con Café amargo, interpretando a Lola, cada experiencia ha sido valiosa. También guardo un recuerdo especial de todos los personajes que he hecho en telenovelas, desde aquella profesora de Historia en Entrega hasta Karelia en Sábados de gloria. Además, he tenido la oportunidad de participar en dos teleplays y recientemente incursioné en el humor con el programa Juntos pero no revueltos. Confieso que fui con mucho miedo, quizá más del habitual, porque me preguntaba qué podía aportar en un género en el que otros se desenvuelven con tanta naturalidad. Pero, al final, uno llega, da lo mejor de sí y aprende, que es lo más importante. 

«Con mi reciente participación en la serie Los gatos, las máscaras, las sombras viví una experiencia única y muy enriquecedora. Cada personaje se va sumando y los guardo cerca, porque de todos aprendo algo». 

Para Yudexi, Sábados de gloria ha sido una experiencia intensa y gratificante, y ahora disfruta de ver su trabajo al aire. Su agenda ha estado llena de compromisos, lo que le impidió participar en la telenovela Ojo de agua, actualmente en grabación. «Me dolió no poder estar, porque realmente empecé en la televisión nacional con Luberta, y lo tengo a él como el padre de este espacio, el que me abrió la puerta», confiesa con evidente gratitud hacia el reconocido director. Sin embargo, su lealtad a los proyectos en los que ya estaba comprometida la llevó a mantenerse en Bayamo. 

A pesar de esta ausencia, Yudexi sigue recibiendo propuestas que la entusiasman. Entre ellas, una posibilidad aún en desarrollo que podría llevarla a trabajar nuevamente con Elena Palacios. Sin embargo, prefiere no adelantarse a los acontecimientos. «Todavía está saliendo la serie Los gatos, las máscaras, las sombras. Así que habrá un pequeño receso, y el televidente descansará de mí», bromea.

Con una carrera que equilibra el teatro y la televisión, Yudexi de la Torre ha sabido mantenerse fiel a su arte sin perder la conexión con sus raíces en Bayamo. Aunque por ahora no puede revelar detalles de sus próximos proyectos, asegura que cuando estén completamente definidos, con título y elenco confirmados, será la primera en compartir la noticia.

Mientras tanto, el público sigue disfrutando de su talento en cada una de las interpretaciones de Karelia en Sábados de gloria, un personaje que refleja mucho de Yudexi misma, una actriz para quien la madurez de la vida se convierte en la verdadera protagonista, ya que, en la actuación como en la vida, el tiempo solo enriquece el viaje.

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