«Todos te necesitamos para seguir empujando el Sol», escribió Chávez a Fidel como constancia del emotivo encuentro sostenido la mañana de este viernes con el Comandante en Jefe, quien continúa recuperándose, como diagnosticaría el propio líder venezolano al afirmar, con su habitual tono jocoso, y para satisfacción de tantos.
«En esta tercera visita casi-médica a Fidel, noto una franca mejoría del paciente; notable a simple vista y en todos los sentidos. Te felicito Fidel, vas bien...»
Vestido con una pijama roja y visiblemente contento —como él mismo manifestó—, el Presidente cubano recibió a su compañero de luchas luego del periplo que lo llevó por China, Malasia, Siria y Angola, calificado por el Comandante en Jefe como un éxito que superó todos los cálculos.
El clima fraterno y camaraderil que prima siempre entre ambos dirigentes revolucionarios fue ostensible en el encuentro que, según informó el periodista Randy Alonso al presentar las imágenes en el programa televisivo Mesa Redonda Informativa, duró poco más de dos horas y contó también con la presencia del General de Ejército Raúl Castro, Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, el canciller Felipe Pérez Roque, y otros dirigentes de Cuba y Venezuela.
Portador del abrazo de millones de personas luego de tan amplio viaje, y en escala para visitar a Fidel antes de llegar a su país, Chávez arribó muy temprano y saludó con un «Perdona que te levante» refutado por el Comandante en Jefe, quien expresó su alegría y el «millón de gracias por la visita».
—Buenos días, campeón— dijo.
—Buenos días, caballero de la resistencia heroica, caballero de la verdad— expresó el visitante.
Sentados frente a frente, Fidel se referiría luego a la gira que, dijo, marca los nuevos tiempos que corren.
«La época ha cambiado, es nueva y sin precedentes», escribió el Comandante en Jefe en las notas que dejarán constancia de aquellas horas de confesiones mutuas entre dos hombres que, obviamente, se estiman y también se admiran.
Chávez confirmaría después que «esa nueva era uno la ve por todos lados: en Asia, África, Europa incluso, América Latina», y manifestó a Fidel el sentimiento de los millones en el mundo que «quisieran cuidarte» y «te mandaron bendiciones», cuando le contó que en la montaña sagrada de China, oraron por su salud...
«Venimos de otra vuelta por el mundo: debes saber que el amanecer de la nueva era continúa despuntando. Tú eres parte de este amanecer.
Al despedirse, ambos coincidieron otra vez en una frase que simboliza los derroteros de la lucha inclaudicable de los pueblos.
«¡Hasta la victoria siempre, venceremos!»