R.G.: Tras un largo matrimonio, llegó una mujer que ha cambiado mi vida. Soy casi feliz y estoy muy enamorado. Pero he descubierto los celos, aunque no tengo la más mínima duda de su conducta. Mis celos son de otro tipo, de los hombres que una vez cruzaron por su camino, especialmente uno, muchísimo más joven, que la hirió con saña y alevosía. Quizá, si pudiéramos conversar de estas locuras, liberaría las tensiones, pero temo por lo que pueda pensar al apropiarme de un pasado que no me pertenece. Mis pensamientos son demenciales, tontos e infantiles.
En verdad tus celos son de otro tipo. No se trata de otro hombre, sino de ese otro goce que ella experimentó. Te resulta enigmático y mucho más si lo pudo sentir y sufrir con otro.
Tu pregunta no se funda en una verdadera razón para sospechar infidelidad, ni en tu propio deseo por otras mujeres, ni en el interés homosexual por otro hombre, o por un delirio psicótico, causas de los celos en muchos casos. También sucede que, cuando el hombre quiere a su mujer toda para él, puede surgir la pregunta por ese goce enigmático que ella experimentó, aunque hasta ella misma puede desconocer su mecanismo. En tales casos él puede vincularlo a otro hombre, como ahora haces.
Lo enmascarado aquí es tu pregunta sobre ella y su modo especial de disfrutar, que seguramente tiene puntos de conexión e inspiración en ti, pero al mismo tiempo es muy suya. Es probable que tus cuestionamientos estén asociados a la incertidumbre sobre tu lugar para ella, lo que quiere de ti, el valor de lo que le das, etc. Podrán conversar y liberar tensiones, pero no borrarás todos los pensamientos, porque ni siquiera ella podría darte todas las respuestas que demandas. Este nuevo sentido de tu vida no será sin enigma.
Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología Clínica y psicoanalista