Prepara una ligera colonia con una taza de agua hervida, tres cucharadas de alcohol y media taza de cáscaras de limón. Coloca la cáscara desprovista de la pulpa y bien lavada en un frasco de boca ancha. Cúbrela con los líquidos y cierra bien el frasco. Déjalo en reposo durante diez días y cuélalo. Obtendrás una exquista fragancia.