Mientras bolivianos y peruanos comparten su Titicaca, a otros nos corresponde, al parecer, el «totocaca». El famoso segundo lago más grande de Sudamérica, y el navegable más alto del mundo, se ubica en el altiplano entre las mencionadas naciones. El nuestro puede situarse en alguna especial geografía, entre la indolencia o la desidia, ¡vaya usted a saber!
Todo empuja, precipita, exaspera, exacerba, arrastra. Se tiene miedo de quedarse atrás. Se quiere ir, por arrogancia humana y por tener segura la subsistencia, al nivel de todo lo que se ve. (...)La actividad es tremenda, el sueño inquieto, el ansia permanente.Las fuerzas no se reparan en el grado en que se pierden.
José Martí
Por todas partes y en todos los idiomas se escucha la gran preocupación que embarga a nuestra especie: el t...
Hablemos hoy, como otras veces, de un libro. Se titula Fábula lluvia, poesía publicada por las Ediciones Unión. Y por qué sabemos que es poesía ¿Acaso porque los renglones están fragmentados, o porque algunos versos riman en décimas o sonetos? Lo más difícil de la poesía, después de escribirla, es definirla. ¿Qué es la poesía? Muchas voces, más ilustres que mi vocecita, han formulado la pregunta y después de una fatigosa exégesis, han terminado al pie de la misma interrogación...
La reunión avanzaba por el previsible camino del tedio. Unos jugaban con sus bolígrafos, otros conversaban animadamente y allá en el fondo alguien se reía de un buen chiste. En eso, Pepito, que no aguantaba más, se paró y comenzó a decir lo que muchos hubieran querido y no hicieron.
Comentaba las dificultades cotidianas, las miles de veces que se habían notado y anotado en agendas de funcionarios, y cómo nada ocurría. Hablaba Pepito sobre las ganas que tenía de no tener que hablar...
El Pentágono ha decidido dotarse de una unidad especializada capaz de destruir sin previo aviso los sitios de Internet de sus adversarios, de acuerdo con el número de mayo de 2008, de la revista especializada Armed Forces Journal, del Ejército de los Estados Unidos.
Aznar (centro), apenas saludó a Rajoy (izquierda) a su entrada al Congreso. Foto: EFE
El viernes pasado, cuando José María Aznar entró al plenario del XVI Congreso del Partido Popular, en Valencia, lo hizo componiéndose el saco, caminando despacio, en una onda hollywoodense, y fue saludando uno a uno a los que estaban en la mesa directiva. A algunos, un abrazo; a otras, un beso; a Mariano Rajoy, líder del PP...
Con una humildad que a mí siempre me desarma, ascendía el cineasta Fernando Pérez la cuesta de la calle Manglar. Venía él del mercado de Cuatro Caminos, ese vórtice enclavado en la zona vieja de la ciudad, allí donde pululan las estridencias y estampas tremendas, donde bullen las mulatas sueltas, de siluetas que desafían todo lo gravitatorio, allí donde los vendedores indomables miran como diciendo que «La Habana no cree en lágrimas...».
Alguna vez escuché que, entre los griegos, existe una peculiar forma de desearse salud y buena suerte: escupirse. Según me confirmó una amiga que vive en aquel legendario país, la costumbre perdura sobre todo entre la gente mayor. ¿Te casas? ¿Conseguiste un buen empleo? ¿Eres agraciada? ¡Pues toma...—¡shuj!—, y felicidades!
Las tradiciones de los pueblos pueden ser realmente pintorescas y exóticas, incluso pegajosas, literalmente hablando. Y lo que a miles de kilómetro...