Israelies bloquean autopista exigiendo acuerdo para liberar a los rehenes. Autor: Reuters Publicado: 06/05/2024 | 10:18 pm
Tras siete meses enfrentando la sanguinaria operación de exterminio lanzada por Israel, el Movimiento de Resistencia Palestina aceptó una propuesta de intercambio de prisioneros —que implique un cese del fuego duradero— pero Benjamín Netanyahu pretende seguir su guerra genocida, a fin de evitar una sonada derrota política y la pérdida de la jefatura de Gobierno.
Según la agencia AP, pasada la medianoche del lunes el ejército sionista comenzó a atacar objetivos en el área. La medida se produjo horas después de que Hamás anunciara que aceptó una propuesta de alto el fuego presentada por Egipto y Qatar, que podría poner fin a siete meses de guerra en Gaza.
La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu dijo que la propuesta de alto el fuego que Hamás había aceptado estaba «lejos de las demandas esenciales de Israel». Añadió que de todos modos enviaría negociadores para continuar las conversaciones sobre un acuerdo de alto el fuego.
Al conocer el anuncio miles de israelíes se lanzaron a las calles en todo el país el lunes por la noche pidiendo un acuerdo inmediato para liberar a los
rehenes que aún se encuentran retenidos en la Franja de Gaza.
Las protestas estallaron al saber que el gabinete de guerra de Israel acordó iniciar la operación en Rafah, con el pretexto de que la propuesta de alto el fuego que Hamas aceptó más temprano esa noche no estaba en línea con las demandas del gobierno de extrema derecha, donde los ultraortodoxos amenzaron a Netanyahu con dejarlo sin mayoría en el Parlamento y derrocarlo si desiste de la una matanza en Rafah.
En Tel Aviv, reportó AP, alrededor de mil manifestantes se congregaron cerca del cuartel general militar de Israel, y otros miles bloquearon la carretera principal de la ciudad hasta altas horas de la noche.
El jefe del buró político del Movimiento de Resistencia Palestina Hamás, Ismail Haniyeh, había anunciado el acuerdo con el alto el fuego para la asediada Franja de Gaza y puso a Netanyahu contra la pared.
El belicista Primer Ministro sionista había dicho el domingo que «Israel no puede aceptar» la demanda de Hamás de poner fin a la guerra de Gaza, y ahora lo ha reiterado.
Haniyeh hizo una llamada telefónica al primer ministro de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdul Rahman Al-Thani, y al ministro de Inteligencia egipcio, Sr. Abbas Kamel, principales mediadores árabes del acuerdo y les informó «la aprobación por parte de Hamás de su propuesta de acuerdo de alto el fuego». Los detalles de la propuesta de alto el fuego aún no se habían publicado.
Sin embargo, según el diario israelí Haaretz, generalmente muy bien informado, «una fuente de Hamás dijo que el grupo recibió garantías de que Israel no renovaría las operaciones en Gaza «después del acuerdo de alto el fuego».
Por su parte, The Times of Israel informó que varias familias de prisioneros israelíes retenidos en Gaza bloquearon una de las principales carreteras de acceso a Tel Aviv, exigiendo «que Israel acepte un acuerdo de liberación de rehenes».
Dirigiéndose al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu,
la madre de uno de los cautivos dijo al Canal 12 de Israel que: «El Gobierno y el gabinete de guerra deben aceptar el acuerdo. Necesitamos a nuestros rehenes en casa. Hasta el último».
«Las calles arderán, el país arderá... No se puede jugar así con la vida de la gente», añadió, según el informe.
De acuerdo con Haaretz, el sábado, seis rehenes liberados y las familias de otros 30 aún retenidos en Gaza exigieron a los miembros del gabinete de guerra Benny Gantz y Gadi Eisenkot «revelar al público la verdad sobre las negociaciones». En su carta culparon al primer ministro Netanyahu de torpedear deliberadamente un acuerdo, «abandonando así a los rehenes a la muerte».
Antes del anuncio de Hamás, varios informes sugerían que la Resistencia Palestina había endurecido su posición en las negociaciones, tras la declarada intención de Netanyahu y sus secuaces de la extrema derecha ultraortodoxa de lanzar la operación militar terrestre en Rafah, aun con la aprobación de un acuerdo de intercambio de prisioneros.
De hecho, imágenes de satélite del día anterior revelaron el despliegue de unos 300 vehículos militares israelíes cerca de la frontera de Rafah.
Asimismo, establecieron un Estado Mayor cerca del cruce de Kerem Shalom, que recibió una andanada de cohetes de la Resistencia desde Rafah. Cuatro soldados israelíes murieron y diez resultaron heridos, según reconoció el cuerpo castrense.
A su vez, al amanecer de este lunes unos cien mil palestinos desplazados del norte y de la Franja, refugiados en Rafah, recibieron orden del ejército israelí de evacuar de inmediato hacia una llamada zona de seguridad humanitaria situada en Al-Mawasi, un área costera entre Rafah y Khan Yunis.
La Resistencia Palestina advirtió en una declaración el domingo que cualquier fuerza israelí que ingrese a Rafah enfrentará graves consecuencias.
«La región no será la misma después de una invasión y la parte israelí debe saber que Rafah no será un paseo por el parque», añadió.
En tanto, la Casa Blanca informó que el presidente Joseph Biden le reiteró en una llamada telefónica a Netanyahu su oposición a una operación en Rafah.
En realidad, detrás de las preocupaciones humanitarias expresadas con insistencia por Biden en las últimas semanas, se oculta un serio interés en el efecto que está teniendo en el joven electorado estadounidense, en particular los votantes del Partido Demócrata, la posición de su Gobierno ante la catástrofe de Gaza.
La mayor evidencia es la revuelta estudiantil que sacude las universidades de todo el país, en la que se exige el fin de conexiones y contratos económicos con Israel.