La ciudadanía estadounidense ha expresado su rechazo de la regionalización de la guerra promovida por Netanyahu. En la imagen, manifestaciones en California contra el ataque israelí al Consulado iraní en Damasco. Autor: AFP Publicado: 17/04/2024 | 09:45 pm
Ni cantos de victoria, ni de revancha. El mensaje le llegó claro y desde distintas capitales aliadas al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Apenas terminó la cacería de los cientos de drones y cohetes lanzados por Irán, en respuesta al mortífero ataque al Consulado de la República Islámica de Irán en Damasco, comenzó la lluvia de llamadas y notas tranquilizantes. El primero en «aconsejarle» prudencia fue el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden. En pocas horas el jefe del Gobierno sionista supo que se esfumaba su ilusoria estrategia para desviar la atención de la catástrofe humanitaria generada en Gaza.
Las amenazas de Tel Aviv dejaron entrever el peligro de un conflicto de consecuencias desastrosas. «La administración estadounidense está “horrorizada” con el Gobierno israelí», le dijo al Jerusalem Post el líder opositor israelí Yair Lapid, recién llegado de Washington.
Una sensación semejante se llevó un grupo de prominentes judíos norteamericanos el martes al término de un encuentro con el secretario de Estado Antony Blinken. Ni a Estados Unidos ni a Israel le conviene una escalada de guerra con Irán, les dijo.
Pensamos que será muy difícil replicar el éxito del sábado si Irán lanza cientos de misiles y drones otra vez. Eso Israel lo sabe, comentó a Axios otro funcionario de la Administración estadounidense.
La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, quien llegó este miércoles para reafirmar la oposición a la escalada bélica, se inventó un término ideal para calmar a Netanyahu. La «victoria defensiva» de Israel sobre Irán debe asegurarse con medios diplomáticos y todas las partes deben trabajar para evitar una escalada, avisó. A ella se unió en la misma jornada el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Cameron.
Por su parte, el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, alertó que Oriente Medio estaba «al borde del precipicio» y pidió una reducción del conflicto entre Israel e Irán.
No obstante, un funcionario israelí de la Oficina del Primer Ministro dijo que «Israel no puede permitir un ataque tan grande» sin algún tipo de respuesta, «ya sea pequeña o grande», informó NBC News. El gabinete de guerra de Israel se reunió para discutir opciones de represalia contra el ataque de Irán, pero al parecer se guardaron las conclusiones.
A tres días de la sorprendente respuesta militar iraní al ilegal ataque a su Consulado, Teherán cosechó un innegable crédito al dejar claro en sus comunicaciones a las máximas autoridades de Rusia y China su intención de evitar una mayor confrontación.
Al propio tiempo, también envió un mensaje diáfano y contundente a los gobernantes sionistas: un próximo episodio sería muy diferente. Este miércoles, las calles de Teherán vieron desfilar una impresionante muestra del arsenal de avanzada de la República Islámica, durante un desfile público con motivo de la celebración del Día del Ejército.
Entretanto, un ataque con misiles guiados y drones del movimiento de la resistencia libanés Hezbolá a una base militar israelí en el norte de Israel dejó 18 soldados heridos, dos de ellos graves y otro en estado crítico, en un claro recordatorio al gobernante sionista que tiene un serio conflicto en marcha.
De hecho, la aviación israelí intensificó los bombardeos a la ciudad de Gaza y el centro de la Franja, donde causó decenas de muertos y heridos en la población civil. A esas masacres se sumaron intensos ataques artilleros en Al Zaytoun, en el sudeste de Gaza.
Según las autoridades sanitarias de la Franja, el número de víctimas en el martirizado territorio palestino se elevó a 33 899 muertos y 76 664 heridos, de ellos las dos terceras partes niños y mujeres.
En este ambiente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debatirá este jueves y someterá a votación una propuesta de Argelia para la incorporación de Palestina como miembro pleno de la organización mundial. Observadores en Nueva York se muestran escépticos y estiman que Estados Unidos vetará el proyecto.
El martes, el Grupo Árabe, encabezado por Arabia Saudita, expresó su «inquebrantable apoyo» a la solicitud que —según dijeron— debió aprobarse en 1948. «Ya es hora —subrayaron— de que el pueblo palestino sea plenamente facultado para ejercer sus legítimos derechos».