Los menores de edad han sido particularmente vulnerables a la política de genocidio practicada por Israel en la Franja de Gaza. Autor: El Diario Publicado: 11/04/2024 | 11:28 pm
Tal vez parezca absurdo, impensable, pero todo indica que el mortífero ataque aéreo lanzado por Israel contra el Consulado de Irán en Damasco, la capital Siria, del 1 de abril, fue la última y riesgosa carta utilizada por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para distraer la atención pública de los graves errores y fracasos acumulados en su campaña genocida contra el pueblo palestino en Gaza, y sobre todo para emplazar al presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, respecto a su compromiso con la defensa del Estado sionista, ante una eventual –y totalmente justificada— respuesta de igual alcance por parte de Teherán. Nada mejor para opacar las críticas al gobernante israelí por sus “intolerables” violaciones del derecho humanitario, el asesinato de miles de niños y mujeres en una campaña de tierra arrasada que sigue sin arrojar los resultados militares y políticos deseables.
Resulta increíble, si no fuera cierto. El primero de abril, Israel lanzó un ataque aéreo que arrasó una sección del complejo de edificios de la embajada de Irán en Damasco, y mató a 12 personas, entre ellos dos generales de alto rango, con un historial de trascendencia, así como otros cinco integrantes de la Guardia Revolucionaria Islámica. La maniobra diversionista se puso en marcha de inmediato: Irán atacaría con cohetes a Israel, incluso probablemente con sus primeros misiles nucleares. Toda una película de terror para poner en tensión a todo el Planeta.
La prueba está en los principales titulares de la prensa occidental de este jueves, como El País de España: «Joseph Biden reafirma su ‘inquebrantable’ apoyo a Israel ante la anunciada respuesta militar de Teherán». ¿Qué respuesta? Después de 10 días el gobierno de la República Islámica mantuvo una responsable serenidad. Con profesionalismo diplomático denunció en todas las instancias internacionales la flagrante violación del Estado sionista. Advirtió que Israel recibirá su castigo. Pero como dice el viejo refrán, «guerra avisada, no mata soldado» y la actuación de los mandos políticos y militares de la Nación persa dieron pruebas de suficiente profesionalidad para no caer en la provocación del aventurero Netanyahu, que no es la primera.
«Haremos daño a quien nos lo haga», advirtió el jueves el cuestionado gobernante israelí Netanyahu, posando en una fotografía junto a un caza especializado en bombardeos lejanos. «Golpearemos a cualquiera que nos ataque», añadió en una temeraria alusión a Irán.
Por otro lado, toda la prensa occidental citó a Biden reafirmando el apoyo de EE.UU. a Israel ante «las amenazas de Teherán» como represalia por el bombardeo israelí a su consulado en Damasco.
¿Escuchó hablar hoy de cuántos palestinos asesinó Israel en esta jornada en Gaza? Seguro que no. Ese es el juego.
Según las autoridades sanitarias de Gaza, 33 545 perdieron la vida hasta este jueves como resultado de los bombardeos que volvieron a reaparecer en la zona central de la Franja, en tanto el número de heridos ascendió a 76 094, en su mayoría civiles, niños y mujeres inocentes.
Un informe publicado esta semana por la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS) indicó que Israel ha matado a 14 350 niños palestinos entre el 7 de octubre y el 4 de abril. Esto significa que los niños representan el 44 por ciento de todos los palestinos asesinados en la guerra genocida de Israel en Gaza.
Pero la noticia que más inquietud le pudo provocar a Netanyahu la publicó el conocido diario sionista Maariv. Una información tomada de una entrevista radial con el ex ministro de Justicia Haim Ramon quien afirmó que con todas sus letras que «Israel ha sido estratégicamente derrotado en Gaza».
En la propia jornada, el enviado especial de Estados Unidos para los esfuerzos humanitarios en Gaza, David Satterfield, tal vez ajeno a toda la maniobra diversionista de Netanyahu, tuvo la vergüenza de advertir que «existe un riesgo inminente de hambruna para la mayoría, si no para todos, los 2,2 millones de habitantes de Gaza». Esa es la realidad que el tambaleante jefe del gobierno sionista jamás podrá ocultar.