José Manuel Salazar-Xirinachs dijo que el bajo crecimiento no es un problema coyuntural. Autor: PL Publicado: 14/12/2023 | 06:44 pm
SANTIAGO DE CHILE, diciembre 14.— El PIB de América Latina será este año de 2,2 por ciento, lo que significará un decrecimiento con respecto a 2022, cuando registró poco más de tres puntos porcentuales.
En el último informe preliminar de 2023, dado a conocer este jueves y publicado en su página web, la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal), adelantó el estimado de que ese índice será de 1,9 por ciento para 2024, lo que significa que la tendencia a la baja seguirá.
Ello, advirtió el documento, significará una desaceleración en la creación de empleos y la persistencia de la informalidad y de las brechas de género, entre otros efectos.
Según el informe, que fue presentado en conferencia de prensa encabezada por el secretario ejecutivo del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, pese a que todas las subregiones mostrarán un menor crecimiento en 2023 con respecto a 2022, no todas exhibirán el mismo nivel de retroceso. América del Sur crecería un 1,5 por ciento (3,8 por ciento en 2022); el grupo conformado por Centroamérica y México, un 3,5 por ciento (4,1 por ciento en 2022), mientras que el Caribe (sin incluir Guyana), crecería un 3,4 por ciento (6,4 por ciento en 2022).
Para 2024 se mantendrá la misma dinámica de bajo crecimiento, y todas las subregiones crecerán menos que en 2023: América del Sur crecería un 1,4 por ciento; Centroamérica y México, un 2,7 por ciento, y el Caribe, un 2,6 por ciento (sin incluir Guyana), afirma la nota.
Estas proyecciones reflejan, por una parte, el bajo dinamismo del crecimiento económico y comercio global, lo que se traduce en un limitado impulso desde la economía mundial, aseveró.
El informe explica que aunque la inflación ha disminuido, las tasas de interés de las principales economías desarrolladas no se han reducido, por lo que los costos de financiamiento se han mantenido en niveles elevados todo el año, y se espera que continúen así durante los próximos.
La Cepal considera que el bajo crecimiento también responde al limitado espacio interno de la política fiscal y monetaria que enfrentan los países de la región.
Los niveles de deuda pública se han reducido pero aún son elevados y ello, sumado al aumento del costo del financiamiento, restringe el espacio fiscal, añadió.
Entre otras consecuencias, disminuirá la creación de empleos, que será al término de 2023 de 1,4 por ciento, cuatro puntos porcentuales menos que el 5,4 por ciento de nuevos puestos registrado en 2022. Esta menor creación de empleo se extenderá en 2024.
Frente a ese pronóstico, la Cepal estimó necesario, entre otras recomendaciones,impulsar más políticas de desarrollo productivo con la mirada puesta en «sectores estratégicos dinamizadores», y promover la inversión pública y privada.
Sin embargo, puede que ello resulte difícil si, como establece el informe, ha habido poca presencia de la economía global en la región y el costo del financiamiento es alto.
El informe reconoce que son necesarias reformas a la arquitectura financiera y tributaria internacional para acompañar a los países de la región en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, mediante la movilización de recursos hacia la región.