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Homenaje de Cuba a la solidaridad, la paz y la amistad

Con el tributo a Nelson Mandela y a los mártires de la lucha por la liberación de África, de manera especial a los cubanos, comenzó su primera jornada de actividades en Sudáfrica el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. También asistió a un acto de solidaridad con la Mayor de las Antillas en Freedom Park y se reunió con los líderes de la Alianza Tripartita

Autores:

René Tamayo León
Yaima Puig Meneses

PRETORIA.— A Nelson Mandela, en nombre del pueblo de Cuba, fue el primer homenaje de la delegación de la Mayor de las Antillas que encabeza el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de visita en esta nación para participar en la Cumbre de los Brics.

El tributo tuvo lugar a pocos metros de donde Mandela fue investido en 1994 como el primer Jefe de Estado elegido en este país después de unos comicios democráticos, multirraciales y con vigencia del voto universal.

Es un monumento impresionante, construido en bronce, con nueve metros de altura, que se erige frente al Palacio de Gobierno Union Buildings y fue develado el 16 de diciembre de 2013, apenas 11 días después de la muerte del histórico líder sudafricano, cuya entrañable amistad con Fidel cimentó las bases de los profundos lazos que unen a nuestros pueblos.

En este espacio, conmovedor y apacible, que se ha convertido en un símbolo de la reconciliación y la unidad nacional, quedó una vez más el cariño y la admiración de Cuba por quien, como dijera el General de Ejército Raúl Castro Ruz, en los funerales del líder africano, es considerado «como un profeta de la unidad, la reconciliación y la paz».

Lugar para el tributo eterno

Estremecedor es el recorrido por los muros que conforman el Parque de la Libertad (Freedom Park) en Sudáfrica, un sitio monumental de esta nación que recoge la historia del continente africano y se ha convertido en un espacio imprescindible para el homenaje.

Hasta aquí llegó también Díaz-Canel para, en nombre de nuestro pueblo, rendir tributo. Flores blancas y rojas depositó el Jefe de Estado frente a una de las enormes paredes, llamada Muro de los Nombres, donde se encuentran grabados los nombres de los mártires de la lucha por la liberación de África. Junto a ellos, los cubanos que cayeron en este país durante el proceso de liberación o contribuyeron a él de manera decisiva.

Son 2 289 los nombres de cubanos que aquí se han recogido, incluido el del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y es la Mayor de las Antillas el país más representado en este espacio sagrado de Sudáfrica.

«Vinimos a compartir con ustedes lo que era una deuda», dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, quien agradeció la construcción de este monumento. Venimos, aseguró, sencillamente a rendir homenaje a nuestros héroes.

Un acto solidario

«Cuba no puede ser un visitante más en Freedom Park, porque este es también un lugar de tributo a los internacionalistas cubanos que pusieron sus vidas al servicio de una noble y justa causa: las batallas por la total descolonización del continente africano y por el fin del oprobioso régimen del apartheid». Así expresó Díaz-Canel durante un encuentro con el movimiento de solidaridad sudafricano, colaboradores y cubanos residentes en este país, celebrado este miércoles.

El acto solidario se realizó precisamente en el Freedom Park y en él se congregaron cerca de 800 personas, que, entre los cantos y exclamaciones característicos de este país multicultural, expresaron su apoyo incondicional y agradecido a Cuba y a su Revolución mientras cada orador tomaba el uso de la palabra y hacía su discurso.

La solidaridad y el compromiso militante con la Mayor de las Antillas se escuchó en las voces de Hope Rapo, de la Sociedad de Amigos de Cuba (Focus); Mike Shingange, vicepresidente del Congreso de Sindicatos Sudafricanos (Cosatu); Fikile Mbalula, secretario general del Congreso Nacional Africano (ANC); y Solly Mapaila, secretario general del Partido Comunista Sudafricano.

Cada orador hizo un recuento de los históricos vínculos que los unen con Cuba y sobre el trabajo de sus organizaciones para consolidar y continuar impulsando la solidaridad, la cooperación, los intercambios y la formación de cuadros. Rindieron tributo a los más de 300 000 internacionalistas cubanos que contribuyeron con los movimientos de liberación de África, especialmente de Angola, Namibia y Sudáfrica.

Fue una ayuda —coincidieron— vital para conseguir y mantener la independencia y que tuvo en el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a uno de sus principales protagonistas, recordaron, cada uno en su momento, los dirigentes sudafricanos.

Especial evocación hicieron sobre la victoria de las tropas angolanas y cubanas en la batalla de Cuito Cuanavale, en 1988, triunfo estratégico que condujo a la soberanía y autodeterminación de Namibia y el fin del apartheid en Sudáfrica.

Fue consenso el compromiso de los miembros de Focus, de Cosatu, del ANC y del Partido Comunista Sudafricano de mantener de forma permanente las campañas de solidaridad con la Isla, el rechazo al bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE. UU., y la condena a la inclusión de Cuba en la espuria lista del imperio sobre países patrocinadores del terrorismo.

Por parte de los colaboradores cubanos, la doctora María Elena Fuentes Carbonell subrayó la consagración de los profesionales isleños que aquí trabajan, inspirados —dijo— en el ejemplo de Fidel y Mandela.

Xiomara Pedroso Gómez, presidenta de la Asociación de Residentes Cubanos, ratificó por su parte la pertenencia y responsabilidad que sienten y tienen los integrantes de la organización con la patria que tanto aman, con un pueblo al que nunca dejarán de pertenecer.

Cuba es también África

En sus palabras ante los representantes del movimiento de solidaridad y la militancia de las organizaciones políticas sudafricanas, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República agradeció en nombre del pueblo cubano la calurosa acogida que se le ha dado y sus sinceras expresiones de apoyo y solidaridad hacia la Isla.

«Siempre será un honor —expresó— visitar la patria de Nelson Mandela, de Joe Slovo, de Chris Hani, de Oliver Tambo, Walter y Albertina Sisulu, de Winnie Mandela y la enorme pléyade de héroes y heroínas que sufrieron persecución, cárcel, torturas, humillación y ofensas, pero jamás renunciaron a la lucha por la dignidad de su pueblo y para legar a las generaciones posteriores un nuevo país, libre de odios y exclusiones».

Díaz-Canel, que se encaminó a la carpa donde se haría el encuentro tras rendirle homenaje a los internacionalistas cubanos en el muro de la memoria, hizo un recuento histórico de los nexos de sangre, de genes y de lucha que unen a África y Cuba, cuyo pueblo noble y valiente —diría más adelante— «resiste con el infinito valor y la dignidad que nos legaron nuestros ancestros, haciendo frente a colosales desafíos».

El mandatario recordó que, en 1995, Sudáfrica nucleó a los movimientos de solidaridad con Cuba en África bajo la primera Conferencia Regional, celebrada aquel año, y ahora se apresta a celebrar en octubre una nueva edición. «Agradecerles es poco por lo que hacen sus organizadores, pues se trata de esa deuda infinita que solo puede pagarse con amor, con la amistad sincera que hemos logrado edificar», les dijo.

El mandatario reconoció a los médicos y personal de la salud que laboran en este país y agradeció «a las autoridades sudafricanas, y en especial a su pueblo, por el cuidado y acompañamiento a nuestro personal por más de 20 años». También reconoció a los cientos de colaboradores que brindan servicios en educación, construcción, recursos hidráulicos y otros, a quienes igualmente transmitió un abrazo fraterno.

Afirmó, asimismo, que, «en medio de nuestras limitaciones y escaseces, Cuba continuará contribuyendo a la formación de jóvenes africanos. En Sudáfrica —recordó— mantenemos el Programa Mandela-Fidel, a través del cual se han graduado más de 2 000 médicos».

El mandatario también se dirigió a las cubanas y cubanos residentes en Sudáfrica presentes en el acto, «quienes —señaló— no se han desligado de su patria y mantienen una relación de cercanía y respeto hacia ella. A todas y todos traslado un caluroso saludo».

En la casa de Cuba

Con las vibrantes energías del acto de solidaridad, que en algunos momentos fueron mágicas, llegó Díaz-Canel a la Embajada de Cuba en Sudáfrica, ubicada en uno de los barrios de Pretoria, para encontrarse con trabajadores de la sede diplomática y de la misión estatal cubana en este país.

Del encuentro de solidaridad, les diría que fue intenso, reconfortante, y que da una idea de los sentimientos verdaderos que existen en las relaciones entre ambos Gobiernos y pueblos; un sentimiento al que también ha contribuido el personal de esta Embajada, les dijo.

Las trabajadoras y trabajadores de la sede diplomática, encabezados por el embajador Enrique Orta, así como representantes de los cooperantes en el sector de la salud, la construcción, los recursos hidráulicos y la educación, dieron la bienvenida al Presidente, que estuvo acompañado por su esposa, Lis Cuesta Peraza, al canciller Bruno Rodríguez Parrilla y al resto de la delegación oficial que se encuentra aquí para participar en la 15ta. Cumbre de los Brics.

Diálogo amistoso y transparente

En el Parque de la Libertad, imponente lugar de esta ciudad donde se rinden honores a la historia de resistencia y liberación de las naciones africanas, tuvo lugar el amistoso encuentro de Díaz-Canel con los líderes de la Alianza Tripartita —integrada por el Partido Comunista Sudafricano, el Congreso Nacional Africano y la Central Sindical Cosatu— que gobierna en esta nación desde la caída del régimen del apartheid en 1994.

 

La voluntad de seguir fortaleciendo y estrechando más las relaciones con las organizaciones de la Alianza Tripartita, fue ratificada por Díaz-Canel. Foto: Alejandro Azcuy Domínguez

En nombre de todos ellos, Nkosinathi Emmanuel «Nathi» Mthethwa, ministro de Arte y Cultura sudafricano, dio la bienvenida al Jefe de Estado, a quien manifestó la disposición del Gobierno de mantener la relación con la Mayor de las Antillas «en las esferas de la educación y la salud».

Esperamos, dijo, que ustedes también se sientan orgullosos de las relaciones con nosotros. «Esta es su casa», y lo que verá en este lugar es también una muestra de la historia «de hombres y mujeres cubanos que sacrificaron su vida por nosotros, para que nosotros pudiésemos ser lo que hoy somos».

Del placer que para la delegación cubana significa llegar a esta hermana nación comentó Díaz-Canel. Gracias, subrayó, no solo por «el gesto de recibirnos, sino porque lo hacen con mucho calor, con mucho afecto, con mucha sinceridad, y eso lo sentimos de inmediato».

En sus palabras, el «afectuoso mensaje de saludo del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana». Es un saludo, refirió, para «ustedes los líderes, pero también para que lo hagan extensivo a las militancias y los asociados en sus respectivas organizaciones».

Junto a ustedes, aseguró, «estamos entre hermanos, entre hermanos de sangre y de ideas; por las venas de todos los cubanos corre la sangre africana, que es parte de nuestras raíces, y juntos a los amigos africanos también derramamos nuestra sangre, en la tierra africana, luchando por la independencia de los pueblos africanos».

Este encuentro para nosotros tiene una particular importancia, subrayó, al tener la oportunidad de encontrarnos con los representantes, con los líderes, de las principales fuerzas políticas de Sudáfrica.

«Nosotros siempre hemos apreciado como una manera muy genuina, muy propia, la alianza tripartita en Sudáfrica para mantener nucleadas las fuerzas progresistas de la nación en función del desarrollo del país», valoró.

Imprescindible resultó durante el diálogo su evocación a la «historia de las bases de nuestras relaciones, muy bien cimentadas, muy fuertes» y que se encuentran en «la amistad indestructible» que existió entre los dos grandes líderes de ambas naciones: Nelson Mandela y el Comandante en Jefe Fidel Castro.

Esos entrañables lazos han respaldado también, comentó, que en «estos tiempos de paz Cuba haya podido participar de manera modesta en la colaboración con países africanos y en particular con Sudáfrica, y sobre esas bases también se ha estado estableciendo una relación excelente en lo diplomático, en lo político y en lo económico y comercial».

A las excelentes relaciones bilaterales que existen no solo entre los dos Gobiernos, sino también con «las organizaciones que ustedes representan y más que todo entre nuestros pueblos», hizo referencia el mandatario.

Asociado a los temas propiamente de las organizaciones políticas que representan a ambas naciones, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista enfatizó en «la similitud que hay en los procesos que estamos viviendo en Cuba, cómo ha emergido un nuevo liderazgo en todas sus organizaciones, y eso tiene que ver, con que tanto en Sudáfrica como en Cuba, nuevas generaciones, por procesos naturales de la vida, van ocupando las principales responsabilidades del Estado, del Gobierno, el Partido y las organizaciones».

Todo ello, consideró, «impone nuevos retos en nuestras relaciones», las cuales «tenemos que seguir consolidando con estos nuevos liderazgos. Que trabajemos de esa manera unida también va a garantizar que el futuro de nuestras relaciones siempre sea un futuro de desarrollo, de ampliación, de perfeccionamiento y de multiplicación», subrayó.

Tras actualizar a los amigos acerca de la compleja situación que en lo económico transita Cuba, condicionada en gran medida por «la política de máxima presión sobre la sociedad cubana» que aplica el Gobierno de Estados Unidos, Díaz-Canel aseguró que si ha sido posible vencer al imperio en sus propósitos es también gracias a la ayuda de amigos como ustedes.

Agradeció entonces cómo «han estado constantemente a nuestro lado y las organizaciones que ustedes representan han estado denunciando en todo un grupo de eventos el bloqueo contra Cuba, y también condenando la inclusión de Cuba en una lista de países que supuestamente apoyan al terrorismo».

En voz del mandatario de la Mayor de las Antillas también el agradecimiento por la «manera muy coherente, muy decidida, en que nos han ayudado a organizar el 7mo. Encuentro de Solidaridad con Cuba, que se desarrollará en los próximos meses». Tenemos la voluntad desde nuestro Partido, afirmó, «de seguir fortaleciendo y estrechando más las relaciones con todas las organizaciones de la Alianza Tripartita».

Luego de comentar sobre la próxima realización de la Segunda Conferencia Nacional de la militancia de nuestro Partido, Díaz-Canel reiteró el sentimiento de hermandad que nos une, lo cual hace posible que en todos los ámbitos «nuestro diálogo siempre sea transparente y amistoso, porque hablamos entre amigos».

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