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Para Cuba: respeto y cariño en la Gran Mezquita de Argel

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visitó en la mañana de este viernes la Gran Mezquita de Argel. Luego, desde su cuenta en Twitter, compartió su impresión: «Fuimos recibidos con el mismo cariño que hemos sentido desde que llegamos a esta hermana nación. Fue un honor para nuestra delegación estar en ese sagrado lugar»

Autor:

Alina Perera Robbio

ARGEL.-Una vez que en la mañana de este viernes el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recorrió los hermosísimos espacios -bajo techo o al aire libre- de la Gran Mezquita de Argel, escribió sobre el libro que allí ofrecen al visitante:

«Para la delegación cubana que presido es un honor y gran satisfacción visitar este sagrado lugar donde podemos apreciar la riqueza histórica y cultura de Argelia. Es un hermoso lugar que propicia sentirnos en un ambiente de libertad, paz, armonía y belleza».

 

El dignatario, quien hizo el recorrido junto a su esposa Lis Cuesta Peraza, y acompañado de la delegación de alto nivel que desde este 16 de noviembre realiza una visita oficial a la República Argelina Democrática y Popular, estampó sobre la hoja, además, la idea de que ha sido «un anhelo visitar este país al que nos unen históricos y profundos lazos de amistad, hermandad y solidaridad»; y destacó el hecho de hacerlo precisamente en el año en que ambas naciones conmemoran el aniversario 60 «del establecimiento de relaciones, las cuales son un ejemplo de respeto, ayuda mutua, cooperación y solidaridad».

El Jefe de Estado expresó en las líneas finales: «Visitamos este sitio al día siguiente de haber sostenido una importante agenda de conversaciones oficiales que abren una nueva etapa en nuestras relaciones bilaterales. Gracias por sus atenciones. Argelia siempre puede contar con Cuba. Un abrazo».

En la Gran Mezquita de Argel, también conocida como Djamaa el Djazaïr, cuyo minarete es el más alto del mundo, el dignatario tuvo como anfitrión principal al Rector de ese complejo cultural-religioso, Mohamed Mamoune El-Kacimi El-Housseini, quien explicó al mandatario que el lugar representa a Argelia, su historia, su legado cultural, sus tradiciones, su cultura, y contiene lo tradicional mezclado con lo contemporáneo.

El Rector de la mesquita fue enfático en su gesto de bienvenida. Fotos: Estudios Revolución

El Rector fue enfático en el gesto de bienvenida, e hizo explícitas la gratitud «a su excelencia y a la delegación que lo acompaña, así como la alegría que sentimos al contar con vuestra visita, en el día de hoy, a esta institución». Mohamed Mamoune El-Kacimi El-Housseini quiso aprovechar la «grata ocasión para resaltar las magníficas relaciones entre Argelia y Cuba».

A esos vínculos el Rector de la Gran Mezquita los calificó de muy antiguos, y sobre ellos también dijo que, con la visita de estos días, ellos «se fortalecen y estrechan aún más». El anfitrión quiso agradecer, también, «las dignas posiciones de Cuba a nivel internacional», las posiciones adoptadas por el país caribeño en el marco del Movimiento de Países No Alineados, y en el apoyo a las luchas de liberación.

Mohamed Mamoune El-Kacimi El-Housseini hizo énfasis en la «colaboración que ha existido tradicionalmente entre Cuba y Argelia, especialmente en el campo de la Salud, en que nos han estado prestando servicios durante décadas; una hermosa colaboración». Y seguidamente deseó al Presidente cubano «una estancia muy feliz», en la nación magrebí, así como el deseo de que la estancia del Jefe de Estado aquí no sea la última: «Quisiéramos verlo de nuevo, dijo el Rector, en este hermoso lugar, y en cualquier otro momento».

Las palabras del Rector fueron la antesala del recorrido del dignatario y de quienes le acompañaron por los recintos de la tercera mezquita de mayores dimensiones en el mundo islámico, y la más grande en África.

Fotos: Estudios Revolución

Todos los espacios son bellos en ese complejo cultural, religioso y turístico, que consta de doce edificios, repartidos en un área de 30 hectáreas. El mandatario fue invitado a visitar la Sala de Oración, y escuchó detalladas explicaciones sobre la Gran Mezquita que cuenta, entre otras cualidades, con una gran sala de conferencias, en la cual caben unos 1 500 participantes, así como con una biblioteca diseñada para recibir un millón de libros.

 

Los jardines exteriores, el agua de las fuentes, los motivos entreverados sobre el mármol, los árboles allí sembrados y cuyas especies están referenciadas en textos de la religión islámica, las alfombras hechas con técnicas ancestrales, todo fue observado por la delegación visitante. Y hasta el último nivel del minarete –de más de 260 metros de altura- llegaron todos; y desde allí fue posible divisar la belleza de una ciudad de tonalidades claras, y tocada por las aguas del Mediterráneo.

«Ustedes también tienen que ir a Cuba», expresó a sus anfitriones, al despedirse de la Gran Mezquita, el Presidente Díaz-Canel Bermúdez, quien a poco de haber estado en un lugar tan hermoso escribió desde su cuenta en Twitter: «Visitamos la Gran Mezquita de Argel, un lugar impresionante. Fuimos recibidos con el mismo cariño que hemos sentido desde que llegamos a esta hermana nación. Fue un honor para nuestra delegación estar en ese sagrado lugar».

Fotos: Estudios Revolución

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