La sequía extrema que experimenta China afecta al tercer río más largo del mundo, el Yangtsé. Autor: AP Publicado: 25/08/2022 | 03:10 pm
Las sequías, como otros eventos meteorológicos, se están volviendo más frecuentes y severos, alertan especialistas. En las últimas dos décadas las primeras han afectado a 1 400 millones de personas en el mundo, y han aumentado en número y duración en casi un 30% desde el año 2000. A ello se suma que, si bien África experimenta el mayor aumento en la gravedad y frecuencia de este fenómeno, cada vez más están afectando progresivamente a todos los continentes.
Se estima que para el año 2050 las sequías podrán afectar a más de las tres cuartas partes de la población mundial, y 216 millones de personas podrían verse obligadas a emigrar. Este año 2022 ha sido especialmente duro para varias regiones como el continente europeo, donde ya se habla de la mayor sequía de los últimos 500 años.
Les compartimos algunas imágenes y datos ilustrativos de la situación en el orbe.
Etiopía, Kenia y Somalia experimentan la peor sequía en más de cuatro décadas. La situación ha llevado a que más de 22 millones de personas se encuentren en riesgo de morir de hambre. Más de un millón se han visto forzadas aabandonar sus hogares, y se espera que los desplazamientos continúen en los próximos meses. Foto: AFP
Irak, país clasificado como particularmente vulnerable al cambio climático y la desertificación, batalla contra su tercer año consecutivo de sequía. Vastas áreas de las marismas del sur, consideradas Patrimonio de la Humanidad por su biodiversidad y su historia, se han secado. Durante el año pasado, el sector agrícola se contrajo un 17 por ciento por la sequía. Foto: AFP
Las aguas del río Colorado y sus reservorios están en un nivel bajo después de más de dos décadas de sequía persistente. El icónico río fluye por el suroeste de Estados Unidos y México, abasteciendo a millones de personas y extensas tierras de cultivo. La escasez de precipitaciones ha llevado a restricciones en el uso del agua, incluyendo el regado exterior en Los Ángeles. Foto: AP
Europa ha sufrido intensas olas de calor, escasas precipitaciones e incendios. Casi la mitad del continente está amenazado por la sequía. Los expertos dicen que es la peor de los últimos 500 años. Ríos tan importantes como el Rin, el Po y el Loira han menguado y el bajo nivel del agua ha tenido impacto en el transporte de mercancía y la producción de energía.
Varias zonas del Reino Unido fueron declaradas en estado de sequía durante el mes de agosto, después de que el país viviera el julio más seco desde 1935. Las autoridades registraron la temperatura más elevada de su historia el 19 de julio de 2022, con 40,2°. El caudal de más de un cuarto de los ríos británicos fue declarado como excepcionalmente bajo y se dictaron varias prohibiciones de riego. Foto: Vuk Valcic/ZUMA Wire
España se ha visto duramente castigada por la sequía y el tiempo extremo. Se han desatado varios incendios que han devorado más de 280.000 hectáreas y obligado a miles de personas a salir de sus hogares. La ausencia de agua en una represa ha desvelado un conjunto megalítico prehistórico, ya bautizado como el Stonehenge español. Foto: AP
Desde Tokio hasta Ciudad del Cabo, muchas ciudades se están adaptando a un entorno cada vez más seco. Y las soluciones no tienen por qué pasar necesariamente por la alta tecnología. En Senegal, los granjeros plantan jardines circulares para permitir que las raíces crezcan hacia el interior, atrapando preciosas gotas de agua. En Chile y Marruecos, se utilizan redes para capturar agua de la niebla. Foto: Reuters
Chile está a la cabeza de la crisis hídrica en la región por la sequía en la zona central del país, la más prolongada de América Latina y el Caribe en mucho tiempo. "En Chile hablamos de una 'megasequía', que se prolonga ya por 13 años, refiere Gabriel Mancilla, director ejecutivo del Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe. Foto: Reuters
La sequía extrema que experimenta China afecta al tercer río más largo del mundo. Las consecuencias del bajo nivel de las aguas del Yangtsé impactan en el transporte fluvial y en la energía hidráulica. En un esfuerzo por ahorrar electricidad, algunos centros comerciales limitan su horario de apertura y las fábricas racionan la energía. Foto: AP