Las últimas jornadas, los países al sur del Sahara registran aumentos sustanciales en los infectados, en coincidencia con la detección de la ómicron, la nueva cepa, presente en 25 países de Asia, Europa y América, detalla PL.
Jefes de gobierno y la directiva de la Organización Mundial de la Salud han emitido varios llamados a la calma, con el fin de evitar la histeria en masa ante esta nueva variante.
Por su parte, las autoridades de Sudáfrica denunciaron que potencias occidentales impusieran restricciones a los súbditos de la estados meridionales africanos al tiempo que obstaculizan la vacunación masiva en el continente.