La administración Trump ya tiene su historial propio de deportaciones. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 06:51 pm
CIUDAD DE MÉXICO, marzo 13.— Las deportaciones de mexicanos en Estados Unidos bajo la nueva política de línea dura del presidente Donald Trump todavía no son masivas, pero sí indiscriminadas, afectando a personas que solo incurren en el «pecado» de acompañar a presuntos infractores.
«Pueden llevarse no solo al que van a buscar, sino al resto» de personas que lo acompaña, sobre todo si quien es perseguido «está catalogado con la etiqueta de criminal», dijo Juan Carlos Mendoza, director del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), organismo que depende de la Cancillería.
ANSA reportó que el funcionario, que visitó los centros de detención donde se encuentran migrantes en el umbral de la repatriación, afirmó que en su más reciente recorrido «se empezaba a notar ya un crecimiento de deportaciones, aunque no hay detenciones arbitrarias».
No es alarmante, «pero empieza a crecer» la cifra de deportaciones, aunque no hay puestos de control para «andar cazando indocumentados», afirmó Mendoza, quien afirma que muchas personas que salen de prisión son catalogadas como prioridad por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), cuyos agentes, dijo, «están muy duros».
El titular del IME señaló que los mexicanos sufren «daños colaterales», en tanto los agentes parten de la premisa de que quienes acompañan a una persona que ha infringido la ley es «cómplice», sin dar el beneficio de la duda.
Por ello, indicó, es importante que quienes tienen «una orden de salida» estén conscientes de que son prioridad del ICE y, por lo tanto, candidatos a la deportación. Los agentes van a ir por estas personas, «de eso no hay duda», y ello «puede afectar a sus amigos o a su familia», alertó.
Las órdenes ejecutivas del 25 de enero del presidente Donald Trump para deportar a los inmigrantes implican a personas que usaron un número social falso, que hicieron un trámite que no les correspondía por ser indocumentados o «cualquier cosita que tenga que ver con un engaño a la autoridad».
El año pasado, al ser investido como candidato republicano a la presidencia, Trump acusó a México de enviar a su país a «criminales, violadores y narcotraficantes». Analistas estiman que su definición de «criminales» es demasiado amplia, pues abarca desde personas que falsearon un documento para trabajar o condujeron un auto con más alcohol de la cuenta en su organismo hasta quienes asesinaron o robaron a mano armada.
Según expertos, ante la imposibilidad de realizar redadas masivas demasiado impopulares, Trump busca «hacerles la vida imposible» a los migrantes para que opten por la autodeportación. Otros consideran que lo peor está por venir y que cuando entren en funciones fuerzas adicionales de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) ocurrirán deportaciones masivas.
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