Continúan las manifestaciones en apoyo a Lula. Autor: Cortesía de Producciones de la 5ta. Avenida Publicado: 21/09/2017 | 06:28 pm
BRASILIA, marzo 7.— La presidenta de Brasil Dilma Rousseff reiteró este lunes que resulta inaceptable el uso de la fuerza aplicado el pasado 4 de marzo por agentes de la Policía Federal contra el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva para llevarlo a declarar.
Según cita PL, la jefa de Estado manifestó durante un acto de entrega de viviendas del programa social «Mi casa, mi vida», en el estado de Río Grande do Sul, que «no es posible aceptar que personas como Lula, que nunca se rehusaron a prestar declaración ante la justicia, sean conducidas bajo coerción para que lo hagan».
La mandataria se refirió además a la actual situación del país sudamericano y resaltó que las dificultades existentes son causadas por la sistemática crisis política provocada por opositores al Gobierno que no se conforman con la derrota en las urnas.
Desde el viernes una ola de repudio recorre Brasil y otros países, después que efectivos de la Policía Federal allanaron la vivienda de Lula y lo condujeron de manera coercitiva a una comisaría para declarar en la operación anticorrupción conocida como Lava Jato.
El Gobierno cubano también se expresó contra la agresión a Lula en una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicada el domingo 6 de marzo, donde rechazó «el ataque contra la Constitución y la democracia en Brasil» que convirtió al guía histórico del Partido de los Trabajadores y a la administración de Rousseff, en «blancos de acciones judiciales y parlamentarias, injustificables y desproporcionadas».
Por su parte, más de 30 autoridades legislativas de 17 países del continente incluidos en la Red Parlamentaria por la Soberanía y la Unidad Latinoamericana y Caribeña, creada en Ecuador, calificaron de arbitraria la detención del exmandatario brasileño.
En un comunicado divulgado este lunes en el sitio web del Parlamento ecuatoriano, advirtieron que los objetivos de las más recientes acciones son el derrocamiento de Dilma Rousseff e impedir la postulación de Lula para los comicios de 2018. «Estamos ante una derecha que sigue atentando contra los sistemas democráticos», coincidió la presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira.
Igualmente, el Partido Socialista Unido de Venezuela se sumó a las protestas por el atropello, expresó su solidaridad y reconocimiento, y resaltaron la labor de Lula como iniciador de la renovación del panorama político y social de Brasil de forma definitiva.
Además, el Partido Frente Amplio de Costa Rica catalogó de «golpe blando» el arresto y se sumó a las muestras de solidaridad que a tres día del suceso todavía recibe el líder obrero.