26
La muerte de del joven Arafat Jaradat ha provocado amplias protestas y manifestaciones en diversa zonas de Palestina. Autor: HispanTV Publicado: 21/09/2017 | 05:30 pm
TEL AVIV, febrero 24.— Miles de prisioneros palestinos iniciaron este domingo una huelga de hambre de 24 horas en protesta por la muerte de un joven compatriota en la cárcel israelí de Megiddo, en el norte de los territorios ocupados.
«Unos 3000 prisioneros anunciaron que van a rechazar la comida», afirmó el portavoz de los servicios penitenciarios israelíes, Sivan Weizman, quien detalló que la medida abarca «las tres comidas de hoy (domingo)», según Hispan Tv.
Entre tanto, el diario digital israelí Ynetnews estimó en 4500 la cifra de presos que se niegan a probar bocado este día a fin de resaltar su condena por la muerte de Arafat Jaradat, de 30 años de edad, quien fue detenido el pasado 18 de febrero bajo la acusación de estar involucrado en el lanzamiento de piedras contra soldados israelíes.
Este acto de protesta se ha producido un día después de que las autoridades israelíes alegaran que Jaradat había perdido la vida por un ataque cardiaco en la mencionada prisión.
Sin embargo, el presidente del Club de Prisioneros Palestinos, con sede en Cisjordania, Qadoura Fares, además de rechazar la alegación israelí, hizo hincapié en que Jaradat no sufría de ninguna enfermedad antes de su ingreso en la cárcel.
Asimismo, el ministro para los asuntos de Prisioneros y Exdetenidos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Issa Qaraqe, ha pedido una investigación internacional sobre la muerte del prisionero palestino que, según muchos, puede ser producto de la tortura.
Cabe mencionar que la muerte de Jaradat ha provocado amplias protestas y manifestaciones en diversa zonas de Palestina, entre ellas el distrito de Beit Omar, en el norte de la ciudad cisjordana de Al-Jalil (Hebrón) y la localidad de Sair (cerca de Al-Jalil), donde los palestinos lanzan piedras contra los militares del régimen de Tel Aviv.
En este sentido, el régimen de Israel ha decretado el estado de alerta en todo el territorio ocupado para hacer frente a posibles protestas y manifestaciones e impedir una tercera intifada.
