MADRID, mayo 14.—Los indignados españoles exigieron este lunes aquí a la clase política y económica el cese de los desahucios de viviendas, uno de los rostros más estremecedores de la crisis económica en este país europeo, y solicitaron el voto de los ciudadanos en las leyes que debata el Congreso de los Diputados.
En las jornadas de protesta con motivo del primer aniversario del movimiento 15-M, surgido el pasado 15 de mayo, los indignados se trasladaron desde la Puerta del Sol hasta la sede central de Bankia, cuarta entidad financiera de España recién intervenida por el Estado. Allí los manifestantes exigieron el fin del expolio bancario, reportó ANSA.
También reclamaron un alquiler social para las familias que han sido expulsadas de sus casas.
Los desalojos de propietarios o inquilinos endeudados registraron el año pasado un máximo histórico, con un aumento de casi el 22 por ciento respecto a 2010, hasta alcanzar las 58 241 familias, mientras hay más de un millón de inmuebles vacíos, apuntó PL.
Estos datos, publicados en marzo último por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), revelan el impacto que la crisis y el desempleo —de más de cinco millones y medio de personas— han tenido en la pérdida de viviendas, ante la imposibilidad de abonar las hipotecas.
Los simpatizantes del 15-M, en plena celebración de su primer año de vida, instaron a no inyectar dinero público en entidades que, como Bankia, condenan de por vida a la pobreza a familias al seguir teniendo que pagar por inmuebles de los que ya no disfrutan.
Desde el comienzo de la debacle financiera en 2008, en coincidencia con el estallido de la burbuja inmobiliaria, se realizaron más de 300 000 ejecuciones hipotecarias en España, que dejaron a centenares de miles de personas en la calle con una deuda de por vida.
Según DPA, los indignados volvieron a ser desalojados en la mañana de este lunes por la policía española de la Puerta del Sol de Madrid, donde la noche del domingo desafiaron de nuevo el límite horario impuesto por las autoridades a sus protestas en estos días en los que celebran el primer aniversario del movimiento.
Una treintena de furgones policiales con agentes antidisturbios entraron poco antes de las 6:00 horas de la mañana (local) en el «kilómetro cero» de España y desalojaron a unos dos centenares de indignados que habían pasado la noche allí, reunidos en asamblea.