La «marcha verde» que protagoniza el pueblo libio arrancó este jueves desde la ciudad de Trípoli, capital de Libia, hacia la localidad de Benghazi, segunda ciudad más importante del país y bastión de los rebeldes, con el objetivo de dirimir las diferencias con los insurgentes, acabar con el conflicto bélico y evitar una invasión militar extranjera, según Telesur.
El enviado especial de Telesur a Trípoli, Jordán Rodríguez, reportó que la marcha ya arrancó y recorrerá aproximadamente unos mil 200 kilómetros hasta Benghazi.
«Hombres y mujeres piensan marchar de forma pacífica hacia al este de su país, piensan ir sumando gente en cada punto que encuentren en el camino (...) La idea es llegar esta noche a Sirte (centro) y mañana seguir adelante hasta Benghazi», señaló.
También informó que algunos voceros de la marcha dejaron claro que una vez lleguen a Benghazi, buscarán resolver de forma pacífica las diferencias con el millón de personas que están en esa ciudad, declarada la capital rebelde.
«Dicen que el problema no es si Muammar Al Gaddafi deja o no la presidencia. Ellos dicen que el problema es la unidad de su nación y el retiro de la agresión de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra», aseveró.
La convocatoria de una «marcha verde», denominada así por el color de la bandera nacional, fue realizada por el líder libio, luego que el sábado aviones y buques de la coalición imperialista bombardearan las posiciones militares oficiales, para evitar su ingreso armado en Benghazi.
Gaddafi invitó a todos los libios a marchar hasta Benghazi, para sentarse democráticamente a dialogar, encontrar una solución al conflicto y así desarticular los planes que tienen las grandes potencias, como Estados Unidos, para «dividir y saquear» a la nación.
La agencia oficial libia Jana reseñó que muchos marchantes llevan ramos de olivo en sus manos, en señal de la voluntad que tienen de «arreglar los problemas de forma pacífica y no dar ocasión a los enemigos que atacan Libia y buscan apoderarse de sus riquezas».
El Gobierno libio denunció en las últimas horas que los bombardeos de las fuerzas extranjeras estaban alcanzando a poblaciones civiles, dejando décenas de muertos y heridos.
«Uno de los ataques alcanzó a los socorristas que estaban trabajando para extraer los muertos y heridos que dejaron dos bombardeos previos en un barrio residencial de la región», indicó la agencia Jana.
La coalición de guerra es liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Aunque ninguno de los tres gobiernos quiere asumir el mando de los ataques (EE.UU. renunció a él), han dejado claro que los bombardeos continuarán «todo el tiempo que sea necesario».
Días atrás, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, exhortó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas «frenar la inaceptable victoria de Gaddafi».
Ese mismo día, el Consejo aprobó la zona de exclusión aérea en Libia y la intervención militar de potencias extranjeras, lo que constituye una plena violación de la autodeterminación del pueblo libio y la soberanía del país.