Este fin de semana el pueblo venzolano conmemorará el séptimo aniversario de su victoria frente al intento de golpe de estado cívico-militar organizado contra el Presidente Hugo Chávez en abril de 2002
VENEZUELA.—La Revolución Bolivariana y la mayoría de su pueblo se alistan para conmemorar este fin de semana el séptimo aniversario de los hechos de abril de 2002, en particular una masacre cometida contra personas inocentes que arrojó un saldo de 17 muertos y casi un centenar de heridos, más otro número de víctimas, durante los intentos de golpe de estado cívico-militar al Presidente Hugo Chávez.
Un encuentro ecuménico en el Puente Llaguno, en la mañana de hoy, marca el inicio del homenaje y la remembranza necesarias, hicieron saber Jacqueline Faría y Jorge Rodríguez, miembros de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en un encuentro con la prensa, durante el cual convocaron al pueblo, revolucionario y bolivariano, para el lunes 13 de abril.
A las cuatro de la tarde de ese día, precisó Faría, nos encontraremos en Miraflores «para conmemorar aquel histórico momento en que el pueblo salió a las calles para defender a Chávez y se fue congregando en Miraflores. Entonces, queríamos a nuestro Presidente de vuelta al Palacio Presidencial; esta vez, lo haremos para defender lo que hemos conquistado durante estos años de revolución».
La recordación de lo acontecido entre el 11 y el 14 de abril de 2002 cobra especial significado para el proceso revolucionario, pues cuando le fueron restituidas sus funciones, el Comandante Chávez juró que no descansaría hasta que la justicia cayera sobre los hombros de los implicados en lo ocurrido.
Y así fue. El pasado 3 de abril concluyó en Maracay, capital del estado de Aragua, el juicio, con la sentencia para los principales responsables de la masacre cometida contra el pueblo venezolano en el intento de golpe de estado, conocido como el «carmonazo», porque a la cabeza del efímero gobierno colocaron al empresario Pedro Carmona Estanga.
Iván Simonovis, Henry Vivas y Lázaro Forero, entonces secretario de Seguridad Ciudadana, director, y subdirector de la Policía Militar, respectivamente, fueron sentenciados a 30 años de prisión por los delitos de homicidio calificado y frustrado, los tres en grado de complicidad, contra los ciudadanos Erasmo Sánchez, Rudy Alfonso Duque y Josefina Rengifo —asesinados en las inmediaciones de Puente Llaguno—, y por las lesiones sufridas por otras 29 personas.
Otros seis de los ocho policías participantes recibieron penas de hasta 18 años y dos saldrán en libertad, porque no se pudo probar que estuvieran en el lugar de los hechos.
El juicio se inició el 20 de marzo de 2006. Se realizaron 230 audiencias, en las que se presentaron 265 experticias, 5 700 fotos y 20 videos, además de contar con la declaración de 198 testigos y 48 expertos.
Según reportes de la Agencia Bolivariana de Noticias, los abogados defensores de las víctimas del 11 de abril —Milagro Acevedo, Antonio Molina y Aramita Padrino— consideraron que durante estos tres años se llevaron a cabo dos juicios: «el de Maracay, en el Tribunal 4to. de Juicio, y el que se dio a través de las cámaras de Globovisión en su intento de convertir a los asesinos en las víctimas».
Los cuatro días de la intentona parecieron un siglo, sobre todo porque los medios de comunicación actuaron como facilitadores del golpe. Informaciones falsas. Reportes manipuladores. Despachos engañosos. Apostaron a todo desde dentro y fuera del país, pero los hombres leales a Chávez y el pueblo humilde que bajó de los cerros se encargaron de restablecer el estado de cosas en la nación.
Es una buena señal para el futuro del país la decisión que han tomado los tribunales correspondientes, en torno al caso de los comisarios que fueron sentenciados a 30 años por su participación en el caso de los muertos y heridos del Puente Llaguno, expresó Chávez en un contacto telefónico desde Irán con el programa Contra Golpe, de Venezolana de Televisión, cuando supo de los resultados.
«Debemos tomar este soplo fresco de justicia que ha llegado como una señal de que bien vale la pena seguir luchando e impulsando la creación de lo que Bolívar llamaba la República ideal, aquella donde reina la justicia», subrayó el Presidente.