WASHINGTON.— El anuncio este viernes de que el jefe del Estado Mayor conjunto de Estados Unidos, general Peter Pace, no seguirá en su cargo en septiembre es el último episodio en una larga cadena de salidas iniciada en diciembre con la del ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld, anota EFE.
A Robert Gates no le quedó más remedio que darle el «te boté» a Pace. Foto: AP El secretario de Defensa, Robert Gates, reveló que el almirante Michael Mullen será el nuevo jefe del Estado Mayor a partir del 30 de septiembre.
La última de las dimisiones se produjo este miércoles cuando renunció Kenneth Krieg, el jefe de adquisiciones del Pentágono, precedida por la del jefe de inteligencia, Stephen Cambone, que partió poco después de Rumsfeld.
También a principios de este año, Peter Rodman, subsecretario de Defensa para asuntos de seguridad internacional, dejó su puesto para sumarse al centro de estudios Brookings Institution.
Las razones de la dimisión o «no continuación», según se quiera ver, pasan por la guerra de Iraq de acuerdo con las razones argüidas por la Casa Blanca y el propio secretario de Defensa.
El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, Gordon Johndroe, indicó que la oposición en el Congreso a la renovación del mandato de Pace ha llevado al Pentágono a resignarse a su salida.
«El secretario (de Defensa, Robert) Gates, informó al presidente hace dos semanas de que las conversaciones (en el Congreso) no habían ido bien y que recomendaba que no se siguiera adelante con la renominación de Pace» para su cargo, dijo Johndroe en Roma, donde este viernes llegó George W. Bush como parte de una gira por Europa.
Gates llamó el jueves al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, para hablar del tema, y Hadley informó hoy por la mañana a Bush, que participaba en la cumbre del G8 en Heiligendamm (Alemania), relató Johndroe.
«El presidente Bush agradece el servicio distinguido y largo del general Pace a su país y como jefe del Estado Mayor conjunto», explicó según EFE.
En Estados Unidos, y en una conferencia de prensa en el Pentágono, Gates explicó que ha decidido no recomendar a Pace para continuar en el puesto ya que «las audiencias de confirmación en el Senado (para su renovación) iban a ser muy polémicas» y acabarían centrándose más en las motivaciones de la guerra en Iraq y el futuro del conflicto «que sobre su capacidad profesional».
Por otro lado, explicó que el almirante Michael Mullen, actual jefe de Operaciones Navales, tiene la «visión, la capacidad estratégica y la integridad necesarias para liderar las Fuerzas Armadas» estadounidenses.
Junto a la marcha de Pace, Gates anunció además que ha designado al general de marina James Cartwright, como segundo de Mullen, en sustitución de Edmund Giambastiani, quien la semana pasada había anunciado que se jubilará a lo largo de la segunda mitad del año.