Cuba ha promovido el respeto y la inclusión de todas las personas sin distinción de orientación sexual o identidad de género. Autor: Jorge Luis Sánchez Rivera Publicado: 15/05/2025 | 10:00 pm
Aceptarnos tal cual somos es un primer paso para la felicidad plena. Que otros nos acepten sin desear cambiarnos es otro nivel a ascender en esa escalera de la satisfacción personal. Sin embargo, no siempre sucede, y en ocasiones hasta el primer paso cuesta porque lo hacemos depender de ese segundo «escalón» cuando en realidad no debería ser de esa manera.
Cuando sentimos incongruencia entre nuestra identidad de género y el sexo asignado al nacer, surgen los conflictos a nivel individual, en primera instancia, pero luego son mayores los que se provocan a raíz del entorno que nos rodea. ¿Está preparada nuestra sociedad para, como aspiramos, convivir sin limitaciones de aceptación los unos a los otros? ¿Qué sucede, por ejemplo, con las personas transexuales?
La integración social de las personas transexuales en Cuba ha sido el tema central de la investigación doctoral realizada por Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, quien una vez más lo abordó en el 5to. Simposio Internacional de Salud Materno-Infantil desde la equidad y con una mirada: Una Salud, realizado durante la 5ta. Convención Internacional Cuba Salud 2025, del 21 al 25 de abril último en el Palacio de las Convenciones.
«Al analizar los distintos aportes de la ciencia a la atención de las personas transexuales, comprobamos que predominaba una visión patologizadora, pudiera decir. Encontré en las investigaciones del Centro de Estudios sobre la Juventud, realizadas por la doctora María Isabel Domínguez, quien ha liderado la Política Integral a la Niñez, Adolescencia y Juventudes en nuestro país, una categoría que ella utilizó: integración social.
«Me apropié de esa categoría como un recurso teórico-metodológico que me permitía proponer una estrategia para la política mucho más profunda que simplemente una atención de salud, donde además se le daba un valor importante al ejercicio de ciudadanía de estas personas.
«Por tanto en la estrategia que propuse, que hemos seguido trabajando y que tiene un montón de aristas, estamos tratando de sacar este año una propuesta de protocolo para el Sistema Nacional de Salud.
«A lo largo de la historia la clase dominante ha creado mecanismos para el control social de la sexualidad, y siempre queda una relación de subordinación y desventaja. Esta situación ha contribuido a la existencia de procesos de desintegración social de muchas personas, entre ellas, las transexuales, quienes son aquellas personas que
anhelan alinear su cuerpo con el género con el que se sienten identificados».
La tesis doctoral de Castro Espín, devenida libro, intenta encontrar las respuestas a numerosos cuestionamientos: ¿por qué en determinados momentos la sociedad ha aceptado la transexualidad y en otros la ha rechazado?, ¿cuáles son los aspectos causales y cómo se manifiesta la desintegración social de estas personas?, ¿qué estrategia sería pertinente desarrollar para revertir esta situación? Se ofrecen los resultados de la investigación en la voz de los sujetos y finalmente propone una estrategia y un sistema de acciones que garanticen que nuestra sociedad sea cada vez más inclusiva y justa.
Es un estudio fundamentalmente analítico, propositivo y cualitativo con un enfoque teórico-metodológico, a través del cual se evidenciaron los procesos de discriminación, exclusión y segmentación en los cuales se han envuelto a las personas transexuales, por lo que, al amparo de políticas públicas, se aporta soluciones, en este caso, a través de una propuesta de estrategia para la integración social de las personas transexuales en Cuba.
«Es vital integrar a la salud a las personas transexuales con una mirada multidisciplinaria. En lo concerniente a nuestro Sistema de Salud, desde el nivel de la atención primaria, el médico de familia debe estar bien preparado para saber cómo encaminar sus procesos.
«Nuestra Constitución vigente reconoce los derechos de las personas en toda su complejidad y además proscribe la discriminación por sexo, género, orientación sexual e identidad de género. Eso es un paso importante, pero esa integración social por la que abogamos incluye no solamente cambios y actualizaciones a nivel político y legislativo, que ya vemos que tenemos derechos refrendados.
«Hay que buscar estrategias para la política, protocolos de actuación, porque las personas por sí solas no pueden resolver sus problemas de autoaceptación. Debemos articular políticas en programas, en acciones concretas que llevan no solamente al cambio en las políticas y en las leyes, sino también en la formación de profesionales y de los principales actores sociales en servicios públicos.
«El personal de nuestro sistema educativo debe formarse muy bien, también el del área comunicacional, porque las personas transexuales tienen que saber que existen y verse reflejadas en los medios.
«Nos interesa también potenciar la capacidad de las personas transexuales de actuar como ciudadanía activa, de prepararse, capacitarse... para que participen activamente también en las decisiones, porque tienen que formar parte de la solución del problema.
«Trabajar en la subjetividad de las personas es fundamental porque cambió el Código de las Familias y eso es un gran logro que evidencia el cambio cultural impresionante que la Revolución Cubana ha dejado, pero aún no es suficiente. No basta con que tengamos leyes que protejan y reconozcan derechos, no podemos cesar en nuestra labor en los ámbitos de la educación y la comunicación para definitivamente lograr la inclusión social de todas las personas».
En Holguín el amor es ley
Holguín.— Con el propósito de contribuir al ejercicio efectivo de los derechos de todas las personas mediante la educación integral de la sexualidad, se desarrollan en Holguín las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, en su 18va. edición, bajo el lema El amor es ley.
Promovidas por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), tienen como objetivos reflexionar sobre la pluralidad familiar y el respeto a los derechos sexuales relativos al sexo, género, orientación sexual e identidad/expresión de género; sensibilizar en temas de comunicación política al activismo LGBTIQ+; entre otros.
Estas actividades se realizan en un escenario político y social marcado por la evaluación positiva de la implementación del Código de las Familias y otras normas legales que garantizan la igualdad de derechos y la equidad entre individuos, señalando a los afectos como los valores fundamentales.
Precisamente, con el despliegue de la bandera LGBTIQ+, símbolo universal de diversidad, inclusión y orgullo, al lado de la enseña nacional en lo alto de La Periquera se inició este jueves, en Holguín, esta edición de la jornada que acogerá hasta el próximo sábado a delegados de varias provincias del país.
Según información ofrecida por Yander Quiñones Verdecia, coordinador de la red de Hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) en la provincia, durante esta jornada se profundizará en el trabajo educativo relacionado con el ejercicio efectivo de los derechos de todas las personas y para ello se ha propuesto un amplio programas de actividades con enfoque comunitario.
En ese sentido se realizarán ferias en pos del bienestar integral, paneles sobre la temática en cuestión, proyecciones de documentales y presentaciones de libros, así como una conferencia magistral a cargo de la Dra.C. Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, como momento esencial de estas jornadas.
Con esta iniciativa, que data de 2008, se pretende llevar a cabo un diálogo científico y activismo social con el propósito de contribuir al ejercicio efectivo de los derechos de todas las personas.