Foto: AFP PRAGA.— Alrededor de 2 000 personas protestaron contra la posible instalación de una base de radar estadounidense en territorio checo, en ocasión de la llegada este lunes del presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
La manifestación, dijo Xinhua, fue organizada por el grupo No a las Bases. Otro grupo de personas que protestaron afuera de la Embajada de Estados Unidos en horas más tempranas, se incorporó posteriormente a la manifestación. La protesta frente a la sede diplomática estadounidense fue organizada por Juventud Comunista (KSM) y el Partido Comunista.
Los participantes corearon lemas como «Di No a la Guerra, Di No al Radar» y también se pronunciaron discursos.
«Estamos aquí para protestar contra la construcción de la base de radar de Estados Unidos en la República Checa, contra las políticas del gobierno americano sobre este asunto, contra la posición del gabinete checo sobre la base», dijo uno de los organizadores, el presidente de KSM Milan Krajca, a la agencia Xinhua.
Según Krajca, su grupo ha recolectado 111 000 firmas bajo una petición contra la base de radar.
El ex ministro checo del Exterior Jan Kavan dijo en el sitio de la manifestación que la visita de Bush no beneficiará la economía ni la seguridad de la República Checa.
El presidente George W. Bush llegó a Praga, la capital de la República Checa, este lunes por la noche, para una visita de dos días en los que discutirá principalmente el asunto de la base de radares.
En enero, Washington presentó una petición formal para situar la base en el área militar de Brdy, al suroeste de Praga, así como diez misiles interceptores en la vecina Polonia, como parte de un llamado escudo de defensa antimisiles global.
Bush participará también en una conferencia titulada Democracia y Seguridad que reúne a personeros de la derecha y de la contrarrevolución internacional, entre ellos a dos de los más fieles seguidores y asociados de Bush, el ex presidente checo Vaclav Havel y al ex presidente del gobierno español José María Aznar.
Como medidas de seguridad por la visita del mandatario estadounidense a la capital checa, todos los vuelos programados habían sido demorados, mientras que el Castillo de Praga y las calles adyacentes fueron cerradas y suspendido el transporte en el centro de la ciudad.