Foto: Reuters CIUDAD DE GUATEMALA, marzo 30.— Participantes en la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas rechazaron en Iximché, Guatemala, el proyecto estadounidense de utilizar alimentos, en particular el maíz, para la producción masiva de combustibles, reportó PL.
«Somos gente de maíz y, para nosotros, darle ese uso al grano es convertir lo sagrado en algo comercial, para beneficio de las grandes corporaciones transnacionales», dijo a la agencia César Tahú, de la etnia maya quiché.
Tahú expresó que ya están realizando en las comunidades un trabajo con las bases, con jóvenes y niños, para educarles en la defensa de la raíz de su cultura e impedir el reemplazo de la semilla original por los transgénicos.
Por su parte, Juan Tiney, miembro del Comité Continental de la Cumbre Indígena, recordó que Guatemala es la cuna del maíz, donde desde hace miles de años se le cultiva, y recordó que ese grano está vinculado con el origen de la gran civilización maya.
Sin embargo —dijo— de unas mil variedades de semillas que llegaron a existir, ahora solo hay alrededor de 50, y estas podrían desaparecer si EE.UU. compra el maíz guatemalteco para la producción de etanol.
Tiney advirtió que ese país no va a importar el grano original, sino a imponer el uso generalizado de semillas transgénicas, con lo que en dos o tres años se perderá un símbolo sagrado de su espiritualidad.
En cuanto al uso de la caña de azúcar para fabricar etanol, el dirigente indígena dijo que ya existen planes concretos en Guatemala, y sus resultados son muy dañinos.