¡PERO qué maravilla! Ya está en subasta en Internet una reproducción dorada de la primera «caquita» de Suri, la primogénita del actor estadounidense Tom Cruise. La curiosa «obra de arte», salida de las manos de un artífice llamado Daniel Edwards, es en realidad resultado de la imaginación de su autor, pues hasta el momento nadie ha podido ver el excremento de la pequeña.
Por cierto, mientras esa «cosita» ha sido centro de atención de no poca prensa internacional, los muchachitos de Níger siguen escarbando en busca de raíces para comer, los del Líbano siguen sufriendo el estallido de las bombas de racimo que arrojó Israel hace unos días, las niñas de Albania y Moldavia siguen siendo raptadas e introducidas en la Unión Europea como objetos de tráfico sexual, los menores de Gaza se levantan llorando en medio de la noche, espantados por las bombas, y unos cuantos cientos deambulan por Tegucigalpa con su frasco de pegamento. Dicen que ayuda a olvidar el hambre…
El mundo sigue siendo, indefectiblemente, una «caquita».