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Nueva Timba de Harold López-Nussa

El reciente disco de Harold López-Nussa, Nueva Timba, es la prueba de que la riqueza rítmica de la timba puede dialogar de igual a igual con la sofisticación del jazz, creando un nuevo lenguaje lleno de vitalidad y emoción

Autor:

Rafa López Mesa

HAROLD López-Nussa es un pianista que, desde la más sólida formación clásica hasta el dominio de los ritmos más autóctonos, ha construido un camino musical entre la Isla y el mundo. Su nuevo álbum, Nueva Timba, bajo el prestigioso sello Blue Note Records, demuestra que la evolución de la música cubana tiene en él a uno de sus más versátiles creadores.

A primera escucha, Nueva Timba se presenta como un torrente de virtuosismo y alegría contagiosa. La energía explosiva de su banda, un dream team que incluye a su hermano Ruy Adrián López-Nussa en la batería, al contundente Luques Curtis en el bajo y al sensacional Grégoire Maret en la armónica, es palpable desde el primer compás. En temas como Bonito y sabroso, Harold no solo rinde tributo a la efervescencia de la orquesta de Benny Moré, sino que la refracta a través de un prisma moderno, añadiendo colores casi sicodélicos y una complejidad jazzística que enriquece la raíz sin traicionarla.

Este fonograma es también un profundo ejercicio de reconocimiento a sus raíces. Con una maestría que hila lo académico con lo popular, ofrece una deslumbrante versión de Gitanerías, de Ernesto Lecuona, recordándonos que el genio pianístico de la Isla es un árbol de muchas ramas. Y, en un gesto que conmueve, rescata Niña con violín, pieza de su tío, el también pianista Ernán López-Nussa, consolidando desde el arte el concepto de una verdadera dinastía musical cubana.

Sin embargo, sería un error quedarse solo en la superficie técnica y rítmica de este trabajo. Nueva Timba es, en esencia, un álbum profundamente humano y autobiográfico. Entre sus notas y silencios se esconde la historia de un hombre que reconstruye su vida. Es la banda sonora de la añoranza, del duelo, de la tormenta emocional que nubla el horizonte. Harold no nos oculta sus sentimientos, los musicaliza. Los convierte en un lenguaje universal de dolor y, luego, de lenta y esperanzadora redención. Escuchar Nueva Timba es asistir a ese proceso catártico donde, como él mismo sugiere, las lágrimas de tristeza se transforman, finalmente, en «lágrimas de alegría».

Harold López-Nussa es un artista total. Su trayectoria, que comenzó en los conservatorios Manuel Saumell y Amadeo Roldán, para culminar en el Instituto Superior de Arte, es un testimonio de disciplina. Pero su genialidad reside en que esa técnica formidable nunca sofoca el alma. Ha compartido escenario con leyendas como Chucho Valdés y Omara Portuondo, y ha colaborado con vanguardias como Michael League de Snarky

Puppy, demostrando una capacidad única para navegar entre el jazz más exigente, la tradición cubana y la fusión contemporánea.
Con Nueva Timba, Harold no se limita a tocar música; nos cuenta una historia. Una historia que es, en parte, la suya, pero que también refleja las experiencias de muchos cubanos. Es un álbum que afirma que la identidad no se pierde, se reinventa y se enriquece con el contacto con otras realidades, sin dejar de ser fiel a la esencia.

Nueva Timba es, en definitiva, un concepto, un manifiesto. Es la prueba de que la riqueza rítmica de la timba puede dialogar de igual a igual con el jazz, creando un nuevo lenguaje lleno de vitalidad y emoción. Harold López-Nussa nos entrega con este trabajo no solo el que quizá sea su disco más logrado, sino también el más necesario: un faro de luz y cubanía que ilumina el camino hacia el futuro de la música latina. Un imprescindible.

 

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