Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Una prueba de amor incondicional?

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

I.C.: Mi esposo es incondicional conmigo, no tenemos problemas como otras parejas y casi todos los días nos amamos, pero pocas veces llego al clímax. No me siento nada bien, porque él me complace en todo y yo aparento para mantenerlo contento. Me siento frustrada. Quisiera que me sugiriera a quién debo acudir o qué hacer. Tengo 25 años.

A veces las féminas jerarquizan su deseo de ser amadas por encima del placer erótico. Prefieren representar ante su hombre la imagen que lo contente, antes que mostrar alguna brecha entre el ideal que encarnan y lo real que acontece. Sacrifican más allá de los límites con tal de tener la incondicional prueba de amor.

Pero también desean; incluso desean seguir deseando. Solo que en ocasiones, ante la imposibilidad de alcanzar lo esperado, prefieren fingirlo todo con tal de no decepcionar al ser amado y poner en riesgo su privilegiado lugar.

Sin embargo, la frustración no es la única alternativa posible, especialmente si ya deseas algo más que esos pocos orgasmos. Los sexólogos recomiendan explorar a solas y en pareja los puntos del placer, guiándose por las fantasías y aceptando que en el trayecto se encuentra lo anhelado tanto como lo insípido.

¿Estarías dispuesta a fragmentar ideales, a pedir algo más y buscar en la entrega? ¿Qué pasaría si reconoces que no «te complace en todo» y tampoco puedes «mantenerlo contento» todos los días?

A lo largo del país existen psicólogos capaces de acoger solicitudes de ayuda como la tuya. El amor es posible aun con «problemas de pareja».

Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología Clínica y psicoanalista

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