Menotti fue un ferviente admirador de la obra y el pensamiento del inolvidable Comandante Ernesto Che Guevara Autor: Ronaldo Schemidt Publicado: 06/05/2025 | 09:31 pm
Este lunes 5 de mayo se cumplió un año de la partida física del legendario entrenador argentino César Luis Menotti. El rosarino que, al morir tenía 85 años de edad, fue el entrenador que llevó por primera ocasión a la conquista del trono a la escuadra albiceleste, en el certamen organizado en ese país, en 1978.
Con el flaco Menotti me di el lujo de compartir la mañana del 5 de octubre de 2005, en Santa Clara. Pensé que sería difícil abordarlo, entonces se me ocurrió una idea. Si no podía arrancarle unas palabras, le obsequiaría el libro Che deportista, de la autoría del general de brigada William Gálvez Rodríguez, con la condición de que me concediera la entrevista.
En el texto le escribí una dedicatoria: «Por la amistad y por el fútbol, ¡Suerte!». Esta última me acompañó, no tuve que pactar el trato y pude conservar el texto, pues el flaco Menotti, diferente a como lo imaginé, se mostró muy abierto en su recorrido por el Conjunto Escultórico Ernesto Che Guevara.
Le regalé un ejemplar del periódico Vanguardia, en el cual anunciamos su presencia aquel día en la capital villaclareña. Minutos después le manifesté mi intención de entrevistarlo, me dijo que no había problemas, que cuando concluyera el recorrido por el Complejo Escultórico hablaríamos, pero cuando comenzamos a conversar vino la avalancha de los periodistas presentes. ¿Qué hacer si mi periódico no saldría a la luz hasta el otro sábado?
Di por terminado el diálogo y un rato más tarde volví a acercármele y le planteé: «Menotti, disculpe, me quedaron algunas preguntitas en el tintero». Así logré la exclusividad para Vanguardia y hasta un mensaje con su puño y letra para los lectores que aún conservo.
Ferviente admirador de la obra y el pensamiento del inolvidable Comandante Ernesto Che Guevara, el Flaco expresó: «Siento que él encontró en Fidel a la persona que necesitaba para cumplir sus sueños de revolucionario».
Era imperdonable estar bien cerca de César Luis Menotti y no preguntarle sobre la formidable selección argentina que él condujo a la gloria en el Mundial celebrado en 1978.
«Pienso que ese triunfo fue, sobre todo, un homenaje a la historia de nuestros futbolistas. Siempre tuvimos excelentes jugadores, y nunca habíamos podido obtener un título tan importante. Gracias a todos los futbolistas nosotros podíamos disfrutar del reconocimiento del mundo. Gracias a los Di Stéfano y a muchos otros grandes. Por tanto, el título mundial fue también eso, un homenaje a los grandes».
En otra parte de la charla le comenté: «Maradona no le perdona que lo haya dejado fuera de ese equipo; sin embargo, en su libro Yo soy el Diego de la gente, expresó: “Si yo tuviera que elegir a un técnico para que me dirija, me quedaría con el flaco Menotti”». ¿En qué lugar ubicaría usted al Pibe de Oro en la lista de los mejores futbolistas de la historia?, le pregunté.
«Es horrible elegir, y yo no tengo la autoridad para elegir a uno y descartar a tantos grandes futbolistas, pero sí te puedo decir que el fútbol en el mundo ha tenido cuatro grandes reyes, cada uno en su época. Primero, Alfredo Di Stéfano, y mientras este todavía jugaba, apareció Pelé, y cuando Pelé estaba terminando su carrera, surgió Johan Cruyff, y después hubo un tiempo en el que no apareció el diferente, y entonces llegó Maradona. Para mí esos son los cuatro grandes del fútbol. No podría elegir a uno sobre el otro porque sería irrespetuoso».
Todavía en aquel octubre de 2005, Lionel Messi, con 18 años y el portugués Cristiano Ronaldo, con 20, estaban por escribir la brillante carrera que hoy conocemos. Pasado poco más de 19 años, si le hubiera repetido la pregunta, es muy posible que se habría decantado por una de estas dos figuras para elegir al diferente de esta generación.
Mucho luto en los banquillos en 2024
Nunca antes, como ocurrió en 2024, dejaron de existir en el mismo año tres directores técnicos que llevaron a sus equipos a la conquista de la Copa Mundial de Fútbol.
Antes que César Luis Menotti, apenas habían transcurrido cinco días del mes de enero cuando el brasileño Mario Jorge Lobo Zagallo dio su último «rugido», a los 92 años, y dejó sobre el mundo terrenal una verdadera leyenda, pues se trata del único hombre de fútbol que ganó cuatro copas del mundo como jugador (1958 y 1962), técnico (1970) y ayudante técnico (1994).
Dos días después del deceso de Zagallo, el 7 de enero, llegó otra nefasta noticia que estremeció a la familia futbolística: la muerte de Franz Anton Beckenbauer, quien nació en Múnich, el 11 de septiembre de 1945.
Beckenbauer integró la selección de la entonces República Federal Alemana, que levantó el trofeo en 1974 y 16 años después, como entrenador, condujo a los teutones al sitio más alto del podio en la cita planetaria efectuada en Italia, en 1990.
Solo tres personas pudieron proclamarse campeones mundiales como jugadores y después en funciones de DT. Precisamente, Zagallo y Beckenbauer fueron los primeros, luego se les unió Didier Claude Deschamps, quien protagonizó el doblete, tras salir vencedor como integrante del once francés que se tituló en 1998 y posteriormente fue el seleccionador nacional del conjunto galo quien se adueñó del cetro en Rusia, en 2018. Fallecidos el brasileño y el alemán, Deschamps quedó como único ser viviente con tal logro.