En plena frontera, el hotel Arbez, del pueblo alpino La Cure, es el único del mundo que pertenece a dos países: Francia y Suiza.
Se dice que en la Segunda Guerra Mundial, combatientes de la resistencia francesa se refugiaron en rincones del inmueble que pertenecen a la neutral Suiza.
No solo hay comida de parte y parte, sino hasta camas bajo el límite, que propician que los enamorados sueñen un paseo por el Sena o un romance en la tierra del chocolate.