Médicos cubanos en Bolivia. Autor: Infomed Publicado: 21/09/2017 | 06:34 pm
VALLEGRANDE, Bolivia, junio 23.— Debieron recorrer cientos de kilómetros, viajar por valles y serranías hasta las estribaciones de los Andes, pero los médicos cubanos llegaron hasta aquí para rendir merecido homenaje al comandante Ernesto Che Guevara.
Fue la ciudad de Santa Cruz el punto de encuentro de los cooperantes, venidos de todos los departamentos bolivianos, para subir a Vallegrande y participar en los actos por el aniversario 88 del natalicio del guerrillero argentino-cubano y el 50 de su arribo a estas tierras.
El grupo comandando por el Che llegó a Bolivia en noviembre de 1966 para iniciar la lucha por la liberación y durante 11 meses participó en 22 acciones y enfrentó situaciones tan hostiles como el mal tiempo, la falta de agua y de alimentos.
Recorrieron caminos difíciles de la selva del sudeste boliviano desde Ñancahuazú hasta La Higuera, atravesaron cadenas montañosas abruptas y ríos caudalosos y sufrieron temperaturas sofocantes en verano y muy frías y húmedas en invierno.
El 8 de octubre de 1967 el Che resultó herido y capturado en la Quebrada del Yuro y trasladado a la escuelita de La Higuera, donde fue asesinado al día siguiente por órdenes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Su cadáver, con el torso desnudo, estuvo expuesto aquí en Vallegrande en la lavandería del hospital Señor de Malta los días 9 y 10 de octubre.
Personas que estuvieron en el lugar consideraron al Che como un cristo y decían que sus ojos abiertos los seguían a todas partes, contó a Prensa Latina el jefe de la Brigada Médica Cubana (BMC) en Vallegrande, Miguel Ángel de la Torre, quien formó parte del primer grupo de galenos llegados a esta localidad en 2006.
En esta ocasión, el programa de homenajes de la BMC, de la misión diplomática cubana en Bolivia, las autoridades locales y los movimientos sociales, incluyó la colocación de una ofrenda floral en la lavandería de ese nosocomio.
También visitaron la Fosa de los Guerrilleros, donde fueron hallados los restos de Tamara Bunke (Tania) y de un grupo de combatientes que acompañaron al Che en su misión internacionalista.
Punto culminante lo constituyó el acto en el Memorial Ernesto Che Guevara, erigido en el sitio donde permanecieron enterrados por tres décadas los restos del médico y combatiente y varios de sus compañeros de lucha.
Los homenajes estuvieron presididos por la ministra boliviana de Salud, Ariana Campero, y el cónsul de Cuba en Santa Cruz, Noel Quesada González.
Campero destacó que el ejemplo del Guerrillero Heroico está vigente en los colaboradores cubanos presentes en todo el territorio boliviano, que salvan vidas, atienden a la gente más pobre y ayudan a transformar el sistema de salud.
Esta fue una ocasión propicia para el reconocimiento a los cooperantes más integrales de los nueve departamentos bolivianos y de la clínica del colaborador.
En la actualidad prestan servicio en Bolivia 706 colaboradores cubanos, distribuidos en 30 hospitales integrales comunitarios, seis centros oftalmológicos y 114 consultorios, explicó Pavel Noa, Coordinador Nacional de la Brigada Médica.
Una feria de la salud, donde los galenos atendieron de manera gratuita a la población vallegrandina, y una velada cultural en el teatro Parroquial, con música, poesía y danza de Cuba y Vallegrande, formaron parte de la jornada.
Los homenajes se extenderán hasta 2017 cuando se cumple medio siglo de la desaparición física del revolucionario argentino-cubano.
Como parte de los actos de recordación, el próximo 8 de octubre será inaugurado aquí un centro cultural que llevará el nombre del mítico guerrillero y contará con teatro, salones de exposiciones, biblioteca y museo para difundir su vida y obra, declaró a Prensa Latina Magaly Morón, concejal del municipio.
Bolivia también prepara una cumbre internacional organizada por el gobierno y los movimientos sociales en ocasión del 50 aniversario de su muerte.
Parafraseando a Eduardo Galeano, el diputado Gualberto Rivas recordó que «el Che tiene esa peligrosa costumbre de seguir naciendo» en todas las personas buenas y honestas que hay en América Latina, en todos aquellos que —como los médicos— tienen la convicción de servir al pueblo.