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China y Celac, escenarios de futuro

Los días 8 y 9 de enero sesionó la primera reunión ministerial del Foro China-Celac, durante la cual se aprobó la Declaración de Beijing que sienta las bases de dirección y las normativas de la cooperación entre ambas partes

Autor:

Nyliam Vázquez García

Cada paso después de la aprobación de un diálogo permanente entre China y la Comunidad de Estados Americanos (Celac) durante la II Cumbre de la Celac en La Habana supone un nuevo escenario. El objetivo es solo uno: reforzar las relaciones entre ambas partes para fortalecer y dinamizar la cooperación Sur-Sur y potenciar el multilateralismo.

En el caso de América Latina plantearse diálogo y acción como bloque supone esfuerzos, pero a esta altura, los hechos hablan de los avances en ese sentido, aunque para nadie es un secreto que aún falta por hacer para lograr la unidad más constructiva, esa que nos hará más fuertes en medio de convulsos escenarios internacionales.

Lo ocurrido en Beijing los días 8 y 9 de enero durante la primera reunión ministerial del Foro China-Celac pone aún la parada más alta y, al mismo tiempo, aterriza aquellas ideas esbozadas en enero de 2014 en la capital cubana.

Al término del encuentro al que asistieron mandatarios de tres países —Nicolás Maduro, de Venezuela; Rafael Correa, de Ecuador; y Luis Guillermo Solís, de Costa Rica— y delegaciones de alto nivel del resto de los países miembros, se aprobó la Declaración de Beijing que sienta las bases de dirección y las normativas de la cooperación. Además se definió el Plan quinquenal donde quedaron en blanco y negro las prioridades y medidas de las relaciones de carácter integral entre las partes.

Se trata de áreas de trabajo muy concretas y  del aumento de las inversiones chinas en la región a 250 000 millones de dólares y el comercio a 500 000 millones en la próxima década, según expresó el presidente chino, Xi Jinping.

Este detalle que pareciera solo económico, en un escenario donde China ya es el primer socio comercial de Brasil y lo será de países como Argentina, Ecuador y Venezuela, ilustra no solo el crecimiento acelerado de los vínculos, sino la profundidad de los primeros resultados del diálogo entre el gigante asiático y la Celac, porque todo ello pasa por el diálogo estratégico.

De todas maneras es válido destacar que en el plano económico la década anterior fue muy fructífera y allanó el camino en torno a la confianza para relanzar los vínculos a este nivel. A partir del año 2000, el intercambio comercial chino-latinoamericano mantuvo un ritmo de crecimiento anual del 30 por ciento y para el 2013, el intercambio comercial había alcanzado los 261 700 millones de dólares.

La organización latinoamericana y caribeña, aprobada en 2010 y primera de carácter regional constituida sin la presencia de Estados Unidos, ha sido calificada como un acierto. La prueba más clara del éxito es que ha demostrado un grado satisfactorio de concertación política y se ha convertido en un importante instrumento de la interlocución regional con el resto del mundo desde la perspectiva prioritaria de unidad en medio de la diversidad. No es casualidad que tanto China como el grupo vieran las potencialidades de un diálogo conjunto, que ya está dando sus resultados.

Las partes pactaron cooperación pragmática en seis áreas prioritarias: recursos y energía, infraestructura, agricultura, manufactura, innovación tecnológica y tecnología informática, dependiendo de tres motores definidos, el comercio, la inversión y las finanzas, según la revista China Hoy.

Para el presidente de Ecuador Rafael Correa se trata de que China ha entendido las necesidades de la Celac de forjarse como bloque.

«¿Cuándo Estados Unidos nos ha llamado a negociar como bloque?», preguntó Correa y señaló en una reciente entrevista: «Para mí China está leyendo muy bien las cosas y el mundo del futuro será un mundo de bloques, y América Latina debe consolidar su integración y su actuación como bloque».

Precisamente, la apuesta china por América Latina tiene en alerta a Estados Unidos.

Como resultado de la reciente reunión de Beijing también se acordó que la próxima reunión de China-Celac será en Chile en 2018. Osvaldo Rosales, director de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), aseguró a Xinhua que «las autoridades chinas le han dado la mayor importancia a la eficiencia de la cooperación con la región y en una próxima cita se podría elevar la magnitud de los objetivos».

Lo dicho: un nuevo paso en pos del objetivo y nuevos escenarios de integración ventajosa, porque en este caso, tanto China como la Celac trabajan el compromiso de realizar sus intercambios y programas sobre la base de la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo.

Habrá que seguir de cerca los resultados y cómo se traducen en el bienestar de los pueblos de un lado y otro de la importante distancia geográfica.

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